jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

La “democracia” de los mercados

Por Redacción El Ancasti

Fuertes y variadas críticas recibió el presidente Mauricio Macri luego de que en la conferencia de prensa del día posterior a la dura derrota oficialista en las PASO sugiriera que la corrida cambiaria, la debacle de bonos y acciones de empresas argentina y la precipitada suba del riesgo país es responsabilidad de los argentinos que votaron por la oposición.
A juzgar por esa interpretación, viviríamos una especie de democracia supeditada a la voluntad de los capitales especulativos, que pueden juzgar si los ciudadanos votan bien o mal… según sus propios intereses.

La responsabilidad de lo que sucede no es de la gente que vota de acuerdo con sus creencias y convicciones, ni siquiera de los operadores financieros y bursátiles, que, aunque sus comportamientos provoquen el sufrimiento de millones de personas, en definitiva se ocupan de obtener la mayor ganancia posible para sí o para los fondos especulativos para los que trabajan. La responsabilidad de evitar la inestabilidad financiera y económica del país o una megadevaluación como la operada en estos días es del gobierno, por más debilitado que haya quedado luego del veredicto de las urnas, que es el que en definitiva pone las reglas del juego.

En diciembre de 2015, el gobierno de Cambiemos asumió la necesaria tarea de desmontar el cepo cambiario, pero en el afán de complacer al mundo de las finanzas, que le prometió la lluvia de inversiones, emprendió también la desregulación casi absoluta del mercado financiero, la apertura sin restricciones para el ingreso y egreso de capitales de ese tipo, fomentó los movimientos especulativos y disparó un proceso de endeudamiento que compromete las finanzas públicas durante muchos años. 

Por otro lado, el gobierno tiene responsabilidad en la falta de confianza que genera el modelo no sólo por el diseño del mismo que desdeña el aspecto productivo y alienta el especulativo, sino también porque numerosos miembros del gabinete tienen la mayoría de su dinero ahorrado en dólares y en el exterior. El caso más representativo de este dislate es el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

La relación entre el Estado y el sector financiero en los últimos años ha sido muy estrecha. Un artículo de opinión de Guillermo Hugo Aybar publicado por El Ancasti en su versión digital el pasado viernes ilustra con meridiana claridad este vínculo. El artículo puede consultarse en el siguiente vínculo: 

http://www.elancasti.com.ar/opinion/2019/8/9/interaccion-entre-el-estado-argentino-el-sector-financiero-410921.html

El peso del sector financiero en el mundo hoy es formidable, pero el impacto de las decisiones que toman sus operadores es mucho más grave en los países que tienen alta vulnerabilidad. Lamentablemente, las medidas tomadas en los últimos años han introducido a Argentina en ese lote indeseable, al punto que los vaivenes del mundo financiero interfieren en los procesos políticos y acechan al propio funcionamiento del sistema democrático.

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