jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

¿Una nueva agenda productiva?

Por Redacción El Ancasti

El Gobierno nacional oficializó el pasado jueves una rebaja impositiva para pequeñas y medianas empresas de las economías regionales, medida que fue bien recibida, aunque con algunas suspicacias, por los empresarios del sector.

Mejor tarde que nunca, habría que decir. El alivio llega luego de varios años de profundo deterioro del sector. Si bien no se conocen estadísticas precisas respecto de las pymes de las economías regionales en particular, en términos generales se calcula que en los últimos tres años cerraron sus puertas entre 7.000 y 9.000 firmas de este sector. La causa principal de la debacle es la caída del poder adquisitivo de los asalariados, lo cual es predecible teniendo en cuenta que aproximadamente el 95 por ciento de las pymes viven del mercado interno, no de las exportaciones.

La rebaja impositiva, de todos modos, es un alivio porque apunta a reducir los costos, que también se habían disparado de manera formidable por el incremento de las tarifas de los servicios públicos.

La medida anunciada por el propio presidente Mauricio Macri a empresarios consiste en elevar el mínimo no imponible de aportes y contribuciones sociales patronales a $17.509, de los $7.004 que pagaban hasta ahora. Según se calcula, con la modificación, en una empresa de 10 trabajadores la rebaja de costos podría alcanza los $100.000 mensuales. El beneficio alcanzaría a 19.000 empresas de todo el país.

Los empresarios recibieron con satisfacción el anuncio, pero no quieren cantar victoria hasta que constaten cómo será su aplicación práctica, y si no está acompañado de otras modificaciones. Recuerdan que los anuncios previos a la reforma impositiva de fines de 2017 fueron auspiciosos, pero el resultado final fue una mayor presión impositiva hacia las empresas.

La contraparte negativa de la medida de rebajas de aportes patronales se relaciona con el financiamiento de la ANSES, que obviamente se verá resentido por el menor ingreso de recursos. 

Más entusiasmo que el anuncio puntual de la rebaja impositiva despertó una frase pronunciada por Macri en su discurso. Dijo, ante el auditorio de empresarios, que la medida significaba “el primer paso de una nueva agenda productiva en la que vamos a trabajar todo este año, en la que va a haber muchas novedades”.

Lo que las empresas, particularmente las pymes, las más golpeadas por el modelo económico, es un cambio de paradigma. El gobierno de Cambiemos no ha tenido entre sus prioridades, por lo menos hasta el momento, el fomento de la producción, salvo de algunos sectores muy puntuales, como los de los productores agropecuarios de la Pampa Húmeda. El estado actual de la industria es un ejemplo paradigmático de la debacle de la producción: en diciembre cayó un 14 por ciento interanual y actualmente el uso de la capacidad instalada es de apenas del 56%, la más baja desde enero de 2003.

El anuncio oficial despierta expectativas. Es de esperar que se trate de una reorientación del rumbo y no un mero anuncio efectista en un año electoral clave.

Seguí leyendo
LO QUE SE LEE AHORA
la casta anses

Te Puede Interesar