miércoles 27 de marzo de 2024
EDITORIAL

Favor con favor se paga

Por Redacción El Ancasti

El proyecto de Presupuesto 2020 elaborado por el gobierno nacional reproduce, en la distribución del grueso del financiamiento de obras, el resultado electoral desde el punto de vista territorial: favorece a las provincias oficialistas o que en las presidenciales votaron mayoritariamente por Mauricio Macri, y perjudica a las gobernadas por la oposición.

Al analizar los principales proyectos de inversión, la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) determinó que Córdoba, provincia clave para que Cambiemos gane los comicios de 2015 y que este año se inclinó mayoritariamente por el oficialismo nacional, vería incrementada sus partidas en un 75 por ciento. Jujuy, gobernada por el radical Gerardo Morales, en un 175 por ciento, y Mendoza, cuyo gobernador actual es el presidente del Comité nacional de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, que será sucedido por otro mandatario del mismo partido, en un 66 por ciento.

Es importante señalar, de todos modos, que es altamente probable que el proyecto sea modificado casi en su totalidad. Es entendible, porque el gobierno que elaboró el presupuesto no será el mismo que lo ejecutará, en vista del resultado de las elecciones del pasado 27 de octubre.

El presupuesto es uno de los proyectos que se incluirá en el temario de las sesiones extraordinarias del Congreso de la Nación a las que convocará Alberto Fernández apenas asuma. Y lo estudiarán y sancionarán los diputados y senadores de la nueva conformación que tendrán ambas cámaras a partir de los primeros días de diciembre.

En los últimos cuatro años, el gobierno de Cambiemos mantuvo la costumbre de todas las gestiones anteriores. Esto es, priorizar a las provincias amigas y relegar, en cuanto a la orientación de los proyectos de inversión en obra pública, a las gobernadas por la oposición.

Durante el kirchnerismo, las provincias patagónicas, en particular Santa Cruz, fueron las principales beneficiadas. Se recordará, solo a modo de ejemplo histórico, cómo muchas inversiones importantes se efectuaron en La Rioja durante la década en que Carlos Menem fue presidente de la Nación.

Desde 2015, una alta proporción de los recursos presupuestarios para obras de gran impacto se orientaron a la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, gobernadas por dirigentes del Pro. La capital del país no solo se vio beneficiada por los proyectos financiados, sino por un incremento porcentual notable de los recursos por coparticipación, modificación que el presidente Mauricio Macri realizó por decreto a poco de asumir.

En todos los períodos, las regiones más perjudicadas –es decir, nunca priorizadas, salvo el ejemplo aludido de La Rioja hace dos décadas- fue el Norte Grande argentino (NOA y NEA).

Habrá que esperar un poco para evaluar si el gobierno que asume en poco más de un mes asume una política de distribución de los recursos presupuestarios más equitativa, en función de las necesidades de un desarrollo equilibrado de todas las regiones, o reproduce la mala costumbre de favorecer a los amigos y perjudicar a los adversarios políticos.

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