jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

Frenar la tendencia creciente

Por Redacción El Ancasti

Con motivo de conmemorarse ayer el Día Mundial de la Diabetes, se dieron a conocer los resultados de la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que arrojó resultados verdaderamente preocupantes. El dato más revelador es la consolidación de la tendencia creciente de los afectados por la enfermedad. Según las estadísticas oficiales, la enfermedad afectaba al 8,4 por ciento de los adultos en 2005, al 9,8 por ciento en 2013 y actualmente el porcentaje de afectados, respecto de la población total, es del 12,7. 

La pregunta respecto de las causas de este incremento sostenido puede tener varias respuestas, pero sin duda la causa principal se vincula, en el caso de la diabetes tipo 2, con el exceso de peso y la vida sedentaria que caracteriza a un alto porcentaje –alrededor del 60 por ciento- de la población adulta en la Argentina.

El problema no es solo la cantidad de diabéticos, sino que muchos de ellos –más del tercio- no saben que padecen la enfermedad, y por lo tanto no siguen los tratamientos ni toman las precauciones debidas, sobre todo en materia de alimentación. Si no se toman los recaudos o se siguen los tratamientos, la patología puede evolucionar generando complicaciones, como ceguera, o incluso, en algunos casos, la muerte, pues es factible la ocurrencia de infartos o accidentes cerebro vasculares. 

Por otra parte, entre los que sí saben que padecen la enfermedad, la encuesta determinó que la mitad de ellos no sigue el tratamiento adecuado. 

Resulta muy interesante, a los fines de generar las políticas necesarias para prevenir o combatir los efectos de la diabetes, conocer que también en este caso hay impacto de la brecha socioeconómica: como consecuencia de la mala calidad de la alimentación y la ausencia de variedad, los sectores de menores ingresos son los que poseen una prevalencia mayor entre la población obesa. Pero, además, tienen más barreras –económicas, culturales- para acceder a los tratamientos. 

Aunque han disminuido en los últimos años los aportes estatales a la provisión de medicamentos, los programas de asistencia a los enfermos de diabetes son bastante abarcativos. Sin embargo, un problema es que muchos de los beneficiarios no retiran los remedios. Al año de iniciarse el programa Remediar, que se puso en marcha en el contexto de la crisis de 2001-2002 y se levantó hace un par de años, un estudio de seguimiento comprobó que solo el 1 por ciento de los pacientes continuaba retirando la medicación antidiabética.

De modo que para lograr frenar la tendencia creciente de la enfermedad son necesarias estrategias de concientización que promuevan una vida y una alimentación saludable –la escuela es un ámbito muy propicio para el desarrollo de estas acciones-, y un mayor apego de los enfermos a los tratamientos indicados a los fines de que la patología, que se puede controlar, no genere complicaciones o, en el peor de los casos, desenlaces fatales.

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