viernes 22 de marzo de 2024
|| CARA Y CRUZ ||

La legitimación del "plus"

Por Redacción El Ancasti

La advertencia lanzada por clínicas y sanatorios de que comenzarán a cobrar “plus” por sus prestaciones si la OSEP no se pone al día con lo que les debe y renegocia aranceles complementa unas recientes declaraciones del presidente del Círculo Médico, Guillermo Martínez, quien señaló que los médicos no pueden restringir sus honorarios a la orden médica sin caer en contravención ética y propuso legalizar el “plus” como salida a tal disyuntiva moral. La corporación médica busca afianzar la idea de que los adicionales que los pacientes pagan por sobre las órdenes de OSEP son recurso lícito para sostener el nivel de ingreso de sus integrantes, erosionado tanto por el costo financiero que deviene de las demoras en los pagos de la obra social como del retraso en los aranceles frente a la inflación. Esta concepción es afirmada por la conducta de la propia OSEP, que admite el desatino de que sus prestadores la amenacen con delinquir en caso de que no se les satisfagan determinadas pretensiones. No es otra cosa lo que hace la Federación de Clínicas y Sanatorios (FECLISA). En lugar de interrumpir servicios por falta de pago o disidencias por las remuneraciones que percibe, avisa sobre su decisión de colocarse al margen de la ley para precipitar instancias de negociación y subraya lo que a su criterio es discriminación: la OSEP le paga al Círculo Médico a pesar de que los médicos cobran el ilegal “plus”. “Es de público conocimiento que muchos profesionales nucleados en el Círculo Médico de Catamarca cobran plus a afiliados de OSEP y de igual manera se los privilegia por encima de las clínicas al pagarles antes que a estas últimas”, dice la nota presentada al director de OSEP, Julio Cabur.

El rumbo tomado por la discusión expone lo inocuo de la ley Antiplus, que tras la sanción en el Senado se trata en la Cámara de Diputados bajo la presión del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de la Capital. La aplicación del “plus” por parte de los médicos se justificó siempre en que los pagos de la OSEP son insuficientes o demorados, pero nunca había sido admitida institucionalmente como lícita. La novedad ahora es que el Círculo Médico reivindica la práctica como legítima y FECLISA la esgrime como elemento de presión. Al margen de los planteos que puedan hacerse por la razonabilidad de los aranceles y el ritmo de los desembolsos de la obra social, es como si los inspectores de Bromatología o de Tránsito, por ejemplo, postularan legalizar las coimas o amenazaran con empezar a exigirlas si no les aumentan el sueldo. Tampoco por las coimas se emiten facturas, y en definitiva también son un “plus” sobre el salario, ilegal, ajeno a cualquier contrato y exento de tributos.

Hay diferencias, por supuesto: un paciente que no quiere pagar “plus” puede elegir tratarse con un médico que no lo aplique –si es que encuentra alguno-, mientras que nadie puede elegir el inspector de Bromatología o el agente de Tránsito que le toca en suerte. Lo que interesa es señalar que el énfasis empeñado en discutir la ley Antiplus es una evasiva. Lo que tiene que discutirse es la actualización de los aranceles, las condiciones del vínculo entre los prestadores y la OSEP y las posibilidades que la OSEP, con el sistema de financiamiento vigente, tiene para afrontar las demandas de sus prestadores. Mientras ese debate no se aborde con seriedad, de muy poco han de servir leyes como la Antiplus, que tendrá los mismos efectos que una ley anti-coimas en el sentido de que sanciona lo que ya es sancionable. Debe reconocérsele a la corporación médica el mérito de localizar el problema donde realmente está, en lugar de discurrir sobre legislaciones de eficacia por lo menos dudosa. No se trata de una cuestión ética, como pretende el Círculo Médico, sino de los ingresos que los profesionales de la medicina y las empresas dedicadas al negocio de la salud obtienen del erario a cambio de sus contraprestaciones. El monto a repartirse se fija todos los años, en el Presupuesto anual de la Provincia, cuando se le asignan los recursos a la OSEP.  
 

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