jueves 28 de marzo de 2024
CARA Y CRUZ

Un mojón para el fraude

Por Redacción El Ancasti

En un sentido amplio, el fraude (del latín “fraus”) representa “una acción contraria a la verdad y a la rectitud. El fraude se comete en perjuicio de una persona o contra una organización (el Estado o una empresa)”. De esto se trata la maniobra que pergeñaron los docentes de Tinogasta que tomaron una licencia médica por largo tratamiento para viajar al Mundial de Rusia. Es decir, faltaron a la verdad en detrimento de su empleador, el Estado provincial. Y también hay fraude en los nuevos casos que se conocieron la semana pasada de los que dio cuenta el ministro de Educación, Daniel Gutiérrez, en diálogo con Radio Ancasti. Según el funcionario, tuvo la confirmación de la Dirección Nacional de Migraciones de que otros docentes, de Capital y del interior, viajaron al exterior mientras que en aquí figuraban con licencias por enfermedades graves, tanto que hasta deberían tener dificultades para movilizarse. “Hay gente que tiene licencia médica por 30 días en la mayoría de los casos y durante ese tiempo tienen registrada una salida del país. Las licencias que se pidieron eran de tipo invalidantes, como por ejemplo problemas de columna, que les impide estar mucho tiempo de pie frente al aula, y un caso es por razones psiquiátricas”, precisó Gutierrez.

*****

El tema se destapó por el exhibicionismo del grupo tinogasteño, que no resistió la tentación de tomarse una foto en el viejo mundo con la bandera argentina y subirla a las redes sociales. La imagen circuló raudamente de pantalla en pantalla en el mundillo docente y llegó a manos del Ministerio de Educación, donde se abrió la investigación. De alguna forma, hay que celebrar la indiscreción de estos docentes: por primera vez, el fraude de las licencias médicas se pone en el tapete. No significa que no existan enfermedades reales en la profesión, ni que la mayoría de los docentes mientan acerca de sus dolencias. Pero era vox pópuli que el sistema –blandengue, falible- permitía el engaño, y que muchos educadores lo aprovechaban para inventarse unas vacaciones extras o incluso extensos permisos para no hacer nada mientras cobraban puntualmente sus sueldos como si trabajaran a destajo frente a los alumnos. Obviamente que esto no lo podrían haber hecho jamás sin contar con la complicidad de profesionales médicos inescrupulosos e irresponsables, que autorizaban licencias a sabiendas de que se trataba de una mentira. Docentes y médicos complotados en perjuicio del Estado. Está claro que esto no puede quedar impune.

*****

Más allá del primer alegato corporativo que hizo la directora de Reconocimiento Médico Docente, Analía Leiva, quien dijo que la responsabilidad es del docente –más que del médico- porque conoce la norma y aún así la desobedece, es innegable que sin la autorización de un profesional las “travesuras” de los trabajadores de la educación no tendrían éxito. El aval médico sin control posterior es parte de la imperfección del sistema. El propio Gutierrez se vio obligado a admitir que el caso excede los alcances de un sumario administrativo, razón por la cual la cartera a su cargo hizo una presentación en la Justicia provincial para avanzar sobre los médicos que otorgaron los certificados. Y recordó en Tinogasta fue un solo profesional el que convalidó las “graves enfermedades” de los doce docentes que viajaron a alentar a Messi y compañía en la lejana tierra de los zares. Dos grandes mitos han caído tras este episodio vergonzoso: los docentes no ganan salarios de hambre (viajaron con un dólar que pisaba los $30) y los médicos no son tan inmaculados como se cree. Obviamente que tal afirmación no abarca a la mayoría de los docentes ni de los profesionales de la salud. Y aún queda por investigar todas las demás licencias por largo tratamiento que se autorizan en este ámbito y en las que no hay viajes al exterior. Sin dudas, el caso representará un antes y un después en el mecanismo de control de Educación, pero sobre todo en lo que respecta a su voluntad política de llegar al fondo de la cuestión y adoptar una medida ejemplar con la corrupción enquistada en el sistema. 
 

Seguí leyendo

Te Puede Interesar