viernes 29 de marzo de 2024
EDITORIAL

Universidades y mercado laboral

Por Redacción El Ancasti

La destrucción de las carreras técnicas, tanto a nivel secundario como terciario o universitario, operada en la década del noventa en la Argentina, corroboró, por las implicancias posteriores que tuvo, la importancia de que haya una regulación estatal respecto de qué perfil de profesionales necesita el país.

En demasiadas oportunidades las universidades incorporan carreras sin detenerse a analizar exhaustivamente si son las que la realidad en la que están insertas está demandando. Interesa más, a veces, el impacto que tienen estas incorporaciones en términos políticos, por el prestigio que representa contar, por ejemplo, con las carreras denominadas tradicionales. Entonces, lo que sucede es que se forman profesionales de determinado perfil, pese a que el marcado laboral demanda otro perfil.

Es probable, y deseable, que estas prácticas se vayan modificando si es que se empiezan a atender los criterios de cubrir las “áreas de vacancias” que deja el sistema universitario a lo largo y a lo ancho del país. Al respecto, el Ministerio de Educación de la Nación presentó en los últimos días un informe precisamente de esas áreas, en el que queda muy bien graficado los lugares en los que se requiere determinado tipo de profesionales pero no existe la oferta académica respectiva

El trabajo está presentado bajo la forma de un libro y un sitio web interactivo y georeferenciado en donde se puede consultar toda la oferta universitaria argentina, filtrada por tipo de gestión, carreras, regiones y provincias, entre otras variables.

Tal vez el caso donde se advierta un mayor divorcio entre necesidades laborales y ofertas educativas sea el del sur del país, donde por sus características geográficas, climáticas y productivas, se requieren profesionales de recursos naturales y medioambientales, diseño y construcción, producción agropecuaria, turismo, salud y tecnología. Sin embargo, detalla el informe, el 39% de las ofertas de títulos pertenece al área de la docencia, el 13% al diseño y construcción, el 9% a la administración y el comercio y un 7% a procesos sociales, culturales y políticos. Sólo el 3% de los títulos ofrecidos son de recursos naturales y medioambientales.

En lo que respecta a la región del noroeste, donde está inserta la Universidad Nacional de Catamarca, el trabajo consigna que se necesitan profesionales para procesos productivos, diseño y construcciones; producción agropecuaria y alimentaria y salud animal; salud humana; tecnología de la información y la comunicación, y preservación de recursos naturales y medioambiente. Es decir, la UNCA ofrece carreras adaptadas a las necesidades planteadas en el informe, pero el problema que puede advertirse es que el grueso de los alumnos se vuelca a otro perfil de carreras, particularmente las vinculadas a la actividad docente.

De modo que habrá que procurar, en el caso local, generar los incentivos suficientes para que los estudiantes opten por las carreras que forman profesionales y técnicos más adaptados a las necesidades del desarrollo productivo, lo cual implica también una mayor conexión entre el mundo académico y el del mercado laboral, a los fines de que los egresados de esas carreras tengan garantías de que accederán a puestos de trabajos relacionados con su especialidad.

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