jueves 28 de marzo de 2024
EL MIRADOR POLÍTICO

Se extiende el suspenso

Quienes hasta 2011 se regodeaban en mantener a sus antagonistas en ascuas, reniegan cual vestales ultrajadas por la incertidumbre electoral que el Gobierno mantiene; viceversa: los que reprochaban al viejo oficialismo la perversidad de abonar ansiedades, proceden chochos de la vida a la revancha. 

“Después, con otro cristal, cambió el color y ya no era”, dice el tango “La luz de un fósforo”, de Enrique Cadícamo y Alberto Suárez Villanueva. Excelente la versión de Roberto Goyeneche. Se confirma, por si hiciera falta, que la política tiende a tirar el ancla en los principios, con grandes alharacas, cuando no puede hacerlo en el poder. Si una decisión es virtuosa o deshonesta, depende del cristal con que se mire. Nada grave, nada nuevo.

El objetivo de la suspensión de las PASO, sancionada con escándalo el viernes en sesiones especiales de la Legislatura, pasa menos por atormentar a la oposición que por extender el tiempo de negociaciones con el Gobierno nacional, interesado en unificar las elecciones de todos los distritos en el turno nacional de agosto-octubre. Supone el oficialismo local que este interés es lo suficientemente fuerte como para obtener algún rédito de las negociaciones por la fecha catamarqueña con la Casa Rosada. La gobernadora, Lucía Corpacci, tiene hasta fines de enero para maniobrar en tal sentido. Dos meses adicionales a los que tenía con el calendario anulado.

Sectores del oficialismo presionan fuerte por concurrir a marzo. Señalan que el escenario se tornará incierto de ahí en adelante y que lo más sensato es adelantar, madrugar al FCS-Cambiemos, que está muy retrasado. Sin embargo, la Gobernadora no suelta prenda.

Dispersión
Bajo la anulación coyuntural de las PASO y la verborrea que la entorna, está la dispersión política nacional, que le toca ahora sufrir al peronismo.

Las tribus justicialistas no consiguen empinar una propuesta única de alcance federal. Cristina Kirchner, la referente con mayor caudal de votos,  juega la personal. La alianza Alternativa Federal, relanzada recientemente, reúne figuras y poder de fuego, pero está tramada por las rencillas de liderazgo de sus integrantes. Corolario: sin horizonte nacional atractivo, los gobernadores se refugian en sus distritos para permanecer. Cada uno cuidará su rancho.

El cordobés Juan Schiaretti, figura central del federalismo, por ejemplo, irá por la reelección en contienda aparte de la nacional. Convocará para mayo y ya mandó el proyecto para adecuar el Código Electoral de Córdoba a sus pretensiones.
La desarticulación del calendario electoral empaña la ventaja que para Mauricio Macri representa la ardua circunstancia peronista. Cambiemos teme que un encadenamiento de derrotas en las provincias controladas por el peronismo lo perjudique en las presidenciales. De ahí, busca reducir los desdoblamientos de comicios locales al mínimo. 
Las prevenciones macristas elevan el precio de la decisión que tome Corpacci en enero.

Judicialización
Las facciones de la oposición coincidieron en señalar que los plazos para convocar a marzo vencieron el lunes 26 de noviembre y que la suspensión de las PASO es inoficiosa. Para ser operativa, tendría que haberse sancionado antes de la extinción de los tiempos establecidos por la ley antes de la eliminación, pues una ley no puede aplicarse en forma retroactiva.

El Gobierno rechaza este argumento y señala que Corpacci está habilitada para convocar a marzo sin problemas.
Los litigios leguleyos incuban el riesgo de un escándalo que al oficialismo parece importarle poco y nada. 
La judicialización de los conflictos políticos tiene un potencial oprobioso importante. Basta recordar el ígneo desenlace que tuvo la impugnación por defectos de los papeles de residencia a la candidatura a gobernador de Luis Barrionuevo en 2003. 

Este caso no parece presentar en principio proyecciones de magnitud similar, pero nunca se sabe lo que puede deparar el futuro. 

Hay que tener en cuenta precedentes remotos. 
Corpacci nunca desdobló las elecciones provinciales de las nacionales. Es el FCS el que lo hizo invariablemente entre 1995 y 2011. 

Los comicios catamarqueños abrían el calendario electoral del país y eso les daba una visibilidad que rompía la habitual indiferencia de la prensa porteña a lo que ocurría en la provincia. Las alternativas de la contienda local ganaban la agenda nacional, en ocasiones hasta alcanzar carácter de termómetro. 

Una de las instancias más nítidas en tal sentido fue la de 1999, cuando el actual senador nacional Oscar Castillo, que abrevaba en la Alianza del radicalismo y el FREPASO, le ganó la Gobernación a Ramón Saadi, quien contó con el respaldo de Carlos Menem. La fórmula presidencial Fernando De la Rúa-Carlos “Chacho” Álvarez bajó a Catamarca para subirse al carro vencedor, en la prefiguración de la victoria que lograría sobre el justicialismo en octubre.

El triunfo de Corpacci sobre Eduardo Brizuela del Moral en 2011 es otro ejemplo. Figuras radicales como el por entonces vicepresidente Julio Cobos estuvieron en la provincia para sacar provecho de la eventual victoria de Brizuela, pero tuvieron que irse con el rabo entre las patas. La ganancia fue para Cristina Fernández de Kirchner, que respaldó a Corpacci.
La mesa política de Cambiemos ya anticipó que llevará la controversia por la suspensión de las PASO a la Justicia. 
“Recurriremos a la instancia judicial a efectos de preservar la institucionalidad del debido proceso electoral y hacemos responsable a la gobernadora Lucía Corpacci de este atropello a la democracia y a sus instituciones”, anunciaron.
Proyección

Si las elecciones son en marzo, la polémica adquirirá relieve nacional. Catamarca estará en el centro de la escena.
Habrá que ver si al FCS-Cambiemos le da el cuero, llegado el caso, para un boicot como el que Barrionuevo hizo en 2003, urnas quemadas incluidas. En el fondo, el móvil para esta jugada extrema sería el mismo que hace 15 años: la ilegitimidad de las elecciones, para el gastronómico porque lo habían dejado fuera de la cancha, para el FCS-Cambiemos porque la convocatoria es a su criterio ilegal.

Los radicales no necesitan referenciarse en extraños. En 1989, era saadista, decidieron no participar de las elecciones para los constituyentes que reformaron la Constitución Provincial e instauraron la reelección indefinida de Gobernador. Dos años después, Caso Morales mediante, llegaron a la Casa de Gobierno.

Quedan dos meses de especulaciones. 

Corpacci mantiene el suspenso: fecha y candidaturas “in péctore”. 

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