jueves 28 de marzo de 2024
Mirador Político

La amenaza del dedo

Es un hecho. El aparato electoral catamarqueño se puso en marcha con miras...

Por Redacción El Ancasti

Es un hecho. El aparato electoral catamarqueño se puso en marcha con miras a 2019. Todavía la gobernadora Lucía Corpacci no definió si adelantará los comicios provinciales o si los hará en conjunto con los nacionales, ni tampoco si se candidateará para un tercer mandato, pero la base estratégica empezó a montarse para cualquiera sea el escenario.


Con las actuales reglas de juego, el Ejecutivo contaría con poco menos de diez días para convocar a elecciones desdobladas, de modo que las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) deberían realizarse en enero y las generales en marzo. Es decir, estos deberían ser días frenéticos de negociaciones y decisiones. 


Pero aún no están dadas las condiciones para apurar el calendario. En el oficialismo las conversaciones respecto a la re-reelección de Corpacci o no, y qué hacer con el distrito clave de la Capital, donde el intendente Raúl Jalil está impedido de competir por un tercer mandato, se encuentran en una etapa embrionaria. 


En este contexto, lo más aconsejable es ganar tiempo. Por eso esta semana el Senado le dio media sanción a un proyecto del belicho Jorge Solá Jais, que dispone la suspensión, por única vez, de las PASO provinciales en caso de que el Ejecutivo decidiera convocar para marzo. 


Queda claro que la iniciativa no fue una ocurrencia aislada del presidente provisorio del Senado. Sola Jais forma parte del círculo rojo de Corpacci y no haría nada que incida sobre su destino político si no tuviera el guiño de ella. Dicho en otros términos, es a la Gobernadora a quien le interesa ganar tiempo con vistas a 2019. 


Como es costumbre, la Cámara alta aprobó el proyecto en un trámite exprés, merced a la mayoría aplastante que tiene el oficialismo sobre el FCS-Cambiemos. No sucede lo mismo en Diputados, donde el peronismo necesitaría dos tercios de los votos para convertir en ley la suspensión de las primarias. 


De todos modos, últimamente las formalidades reglamentarias han pasado a segundo plano en la Cámara baja. En la última sesión, el oficialismo consiguió aprobar casi a libro cerrado la controvertida Ley Antiplus con los números justos, o menos aún: para los 2/3 necesitaba 24 votos y solo contaba con 23. La oposición ya se había retirado en rechazo al tratamiento inmediato del proyecto. La solución fue que baje a su banca el presidente Fernando Jalil, y vote como un diputado más. Que pase urgente al Senado y a otra cosa. 

La plata es lo de menos
La suspensión provisoria de las PASO provinciales no alude, en el proyecto de Solá Jais, a razones de orden político, por cierto, sino a la "la grave situación económica que atraviesa la provincia, producto de políticas del Gobierno nacional". 


El mismo argumento que había expresado el intendente Raúl Jalil dos meses antes, cuando dijo que debido a la crisis económica del país  y de Catamarca, debía analizarse no hacer las elecciones primarias aquí. Obvio que también pensaba en marzo y no en octubre. 


Pero fue el juez Electoral, Raúl Cerda, quien puso sobre la mesa los números del desdoblamiento. Estimó que si Catamarca adelantara sus elecciones, el engranaje básico que requiere para organizar todo el operativo demandaría unos $80 millones. Esto es, 40 millones para las primarias de enero y otros tantos para las generales de marzo. 


Era precisamente lo que esperaba escuchar el oficialismo para argumentar acerca de la necesidad de suspender las PASO. Si la Cámara de Diputados finalmente convierte en ley tal medida, ya habrá tiempo de buscar argumentos y los $40 millones que se requieren para poner las urnas en marzo. 


Pero el propio Sola Jais fue más allá del proyecto que firmó y razonó en público acerca de la ventaja política. “De acuerdo al contexto y a las conversaciones que mantuve con muchos compañeros, nuestro partido puede tener un resultado positivo más seguro en marzo que en octubre”, se sinceró en diálogo con Radio Ancasti. 


Fin de la inocencia. Desdoblar elecciones no es una cuestión de austeridad en tiempos de crisis, sino una decisión de estricta conveniencia política. Así fue en la era del FCS y así va camino a ser en la gestión peronista.  


Si Catamarca vota en marzo, no será la única provincia en adelantar el calendario 2019. Ya lo decidieron y anunciaron otros dos gobernadores peronistas: Mariano Arcioni, de Chubut, y Sergio Uñac, de San Juan. Ambos, eso sí, con PASO incluidas. 
Si bien Arcioni -al igual que Corpacci- aún no admitió si buscará otro mandato, ya firmó el decreto que dispone realizar las elecciones primarias provinciales el 17 de marzo y la general el 19 de mayo.


En el segundo caso, el gobierno de Uñac oficializó la convocatoria para la elección general el 2 de junio, mientras que las primarias se llevarán a cabo el 31 de marzo. Allí el 20 de enero será la fecha límite para la presentación de candidatos. Les espera un verano movido a los sanjuaninos. 

Riesgo dedocrático
En rigor, que no haya elecciones primarias obliga a que los partidos definan sus candidatos en las llamadas “mesas chicas”, es decir, grupos de dirigentes elegidos a su vez por las cúpulas de cada fuerza. 


Tal instancia es particularmente conflictiva en los partidos grandes, el PJ y la UCR, y más todavía en este último caso, porque los radicales tendrán que acordar nombres con sus socios macristas. O será la mesa de Cambiemos, donde el PRO transmite las órdenes de la Rosada, la que se ocupará de llenar los casilleros. 


Las PASO, de hecho, fueron una gran solución para la interna peronista en Capital, donde en la elección de agosto de 2017 se presentaron 9 listas de candidatos a concejales que a su vez funcionaron como colectoras para el oficialismo. 


Con eso, el FJV se evitó las presiones de dirigentes para poner a tal o cual candidato, y cada uno que tenía aspiraciones armó su lista, organizó la campaña y buscó su propio financiamiento para estar en la recta final.


Sin elecciones primarias, los candidatos peronistas, radicales y macristas serán quienes sean bendecidos por el jefe político de cada fuerza. El internismo y las traiciones amenazan con ser la moneda corriente de marzo. 
 

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