sábado 21 de junio de 2025
EDITORIAL

Falsa moralidad

Mientras los sectores más conservadores de la sociedad, entre los que se erige indiscutiblemente la Iglesia...

Por Redacción El Ancasti

Mientras los sectores más conservadores de la sociedad, entre los que se erige indiscutiblemente la Iglesia Católica como institución, persisten en discursos retrógrados sobre la moralidad de las personas relacionándola con la sexualidad, cada tres horas una niña argentina se convierte en mamá.
Imposible no vincular el mencionado anacronismo con las estadísticas contundentes difundidas por UNICEF Argentina. Es que el discurso se transforma en prácticas peligrosas o en omisiones que tienen como corolario casi inevitable el drama de los embarazos no deseados de niñas y adolescentes y la proliferación de enfermedades de transmisión sexual que podrían prevenirse.
Las presiones para impedir el dictado de educación sexual en las escuelas según los parámetros establecidos en la ley nacional que rige desde 2006 y la prédica contra la distribución gratuita por parte del Estado de preservativos y anticonceptivos tienen claramente un alto costo, que no lo pagan justamente los “predicadores” sino, por lo general, chicos en situación de vulnerabilidad.
Recientemente se conocieron dos casos de niñas-mamá en la provincia de Mendoza. Una tiene once años y la otra, diez. Se trata, por cierto, de víctimas de abuso sexual que podrían haber sido sometidas a abortos no punibles, es decir, no penados por la ley según la jurisprudencia argentina, que contempla en este encuadre legal a los embarazos resultados de violaciones o cuando corre riesgo la vida o la salud de la madre.
También los sectores conservadores se oponen a los abortos no punibles, para los cuales existe incluso una guía elaborada por el Ministerio de Salud a mediados de 2015 denominada “Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo”.
Deberá recordarse el debate organizado por el Obispado de Catamarca en las semanas previas a la elección de gobernador en 2015, en el que la Iglesia introdujo como uno de los temas centrales del debate precisamente el del aborto no punible, como si la jurisprudencia no existiese y fuese posible, como autoridad de una provincia, incumplirla.
UNICEF considera que los embarazos infantiles tienen múltiples causas: además de las ya mencionadas como falta de educación sexual integral a edades tempranas, violencia sexual y ausencia de servicios de salud accesibles y amigables, menciona la pobreza, las uniones tempranas y la exclusión/abandono de la escuela.
Queda claro que son las niñas y adolescentes de los sectores sociales vulnerados las más expuestas a este drama. Sectores en donde el Estado es muy necesario pero su presencia absolutamente insuficiente.
No es casual, en consecuencia, que sean las provincias del norte argentino las que tienen un mayor porcentaje de niñas mamá, y la ciudad de Buenos Aires, la más rica de la Argentina, la que tiene los índices más bajos.
Debería escandalizar más esa ausencia del Estado, que favorece la propagación de la pobreza y todos sus males asociados, que los temas de falsa moralidad en los que suelen hacer hincapié los sectores conservadores.

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