jueves 28 de marzo de 2024
Análisis

Las elecciones norteamericanas

Por Rodolfo Schweizer- Especial para El Ancasti- -Octubre 2016

Por Redacción El Ancasti

Las elecciones presidenciales en EE.UU. representan algo especial esta vez. No estamos ante unas elecciones normales, sino ante un proceso escalofriante que obliga a elegir entre dos candidatos cuestionados. A elegir el "mal menor,” según muchos lo ven. 

Efectivamente, entre los demócratas todavía prima el resquemor de los que seguían a Sanders y tuvieron que resignarse a Hillary Clinton y su irresponsabilidad en el manejo de sus comunicaciones oficiales, actitud que nunca fue bien explicada. De ahí la desconfianza. 

La demagogia y sus recursos en la era Trump
  • En el día de la tradición
  • La inseguridad cibernética
  • Tecnología y Futuro
  • Valor cultural de los caminos históricos
  • El nuevo desafío de las superbacterias
  • Entre los republicanos está el fulminante desafío al aparato del partido republicano por parte de Donald Trump y su agresivo populismo de derecha. 


    El contexto internacional

     Las elecciones se dan en un contexto internacional conflictivo. Sus manifestaciones más elocuentes son el crecimiento de los nacionalismos xenofóbicos en Europa, la crisis de los refugiados en Medio Oriente, la guerra civil en Siria y otras partes, las tensiones con la Rusia de Putin, el BREXIT, que debe ser visto como el intento de una nación por recuperar su independencia y control frente a la Europa financiera, por mencionar unas pocas. 

    Lo dominante en ese contexto en tensión es fundamentalmente el plano económico,  concretado en un fenómeno y una palabra que lo define todo: la globalización. Ella toca todas las áreas del desenvolvimiento social; lo económico y lo político; lo cultural y hasta lo artístico.

    Ella viene acompañada de un marco aparentemente moral que se ampara en la arbitraria definición de lo "políticamente correcto,” esa especie de salvoconducto moral y ético para justificar todas las tendencias que se están dando en el mundo a costa del ciudadano común. Permitámonos mencionar algunos de sus efectos en EE.UU., los cuales dan la pista para entender la atracción hacia Trump de parte de la población.

    En su versión económica, para la clase media norteamericana, la globalización explica el éxodo masivo de empresas a países con mano de obra barata y la pérdida de trabajo para unas 5 millones de personas. 

    En lo tecnológico implica la pérdida de empleo a mano de los robots y la pérdida virtual del control de los procesos y controles financieros y manufactureros. Hoy las partes de un auto se hacen en un país con componentes que vienen de otros, mientras que el ensamblaje se hace en un tercer país. No es de extrañar que las ganancias vayan a un cuarto país, donde los impuestos son bajos. 

    En lo cultural la globalización impulsa la apertura de fronteras para que circule el inmigrante o el refugiado, los cuales son vistos en muchos casos como depredadores que vienen a quitar el trabajo cuando no como terroristas disfrazados. 

    En lo religioso el proceso mencionado también se ve como facilitador de la entrada de gente extraña y de antecedentes desconocidos, lo cual se considera como una amenaza a la seguridad nacional. 

    En resumen, la globalización somete a las capas más bajas de la sociedad a una tensión derivada no solamente del miedo a lo desconocido, sino al hecho de que su concreción se ha traducido en una reducción de su nivel de vida y en un aumento de la inseguridad laboral. 

    ¿Hace falta decir por qué Donald Trump tiene millones de seguidores entre los sectores que pasaron a ser marginados por culpa de la globalización? 

    En definitiva, la actitud que se percibe es que Trump representa el candidato ideal de los sectores desesperados que han vivido su buena hora entre 1945 y 1970. Trump representa para ellos la esperanza de recuperar un pasado que ya fue. De ahí su slogan: "Hacer otra vez grande a América”


    Los candidatos


    Hillary Clinton

    Esta abogada representa el acceso por primera vez de una mujer a la presidencia de EE.UU. Si bien ella no es la primera mujer en acceder al poder en el mundo contemporáneo, si la comparamos con Margaret Thatcher de Inglaterra o Angela Merkel de Alemania,  la diferencia está en el nivel de poder al que accede, en nada menos que la primera potencia mundial. 

    El hecho de haber sido primera dama, senadora por Nueva York y Secretaria de Estado le ha permitido acumular unos 30 años de experiencia en la esfera pública. Por lo tanto no hay dudas acerca de su capacidad política para estar en el cargo de presidenta.

    Juegan en su contra, sin embargo, actitudes personales típicas de la gente en el poder: sobre todo el creer que están por encima de la ley. Esto explica su tremendo error al empecinarse en tratar asuntos de estado usando una computadora propia conectada a un servidor propio,  en su casa, a pesar de saber que esto no era lo correcto y de haber sido advertida de ello. 

    En el tapete está qué discutió en esos emails y dónde están. El tema sigue en un limbo, genera dudas sobre su sinceridad y es el mayor elemento usado por Donald Trump para cuestionar su capacidad. 

    De todas maneras, hasta ahora no se ha demostrado que esa actividad haya comprometido la seguridad de los EE.UU., de acuerdo con lo que dijo el jefe del FBI. 

     

    Donald Trump

    Respecto a Donald Trump, la idea general es que no califica para presidente por su incapacidad, ignorancia y peligrosidad. Periódicos de tiraje nacional como USAToday han enumerado las falencias de este candidato. Las resumimos aquí:

    1. Trump tiene una personalidad errática. Ha cambiado de opinión infinidad de veces sobre un mismo tema. La cadena NBC ha detectado 124 cambios en 20 temas mayores. En muchos otros solamente se limita a anunciar slogans que solo prometen soluciones extraordinarias, pero sin especificar en qué consisten o cómo las logrará.2. Trump no tiene conocimiento ni principios sólidos en temas internacionales como para dirigir el país en caso de crisis, sobre todo alguna que implique decisiones en el tema militar. 

    En una Carta Abierta, una gran cantidad de líderes republicanos expertos en seguridad lo definieron como inconsistente y sin principios sólidos que lo guíen. El ex Secretario de Defensa de George Bush y Barak Obama, Robert Gates, lo calificó como "imposible de corregir”. 

    3. Trump está dominado por prejuicios xenófobos, por lo que es fanático e intolerante. Ello lo lleva a sentir resentimiento contra hispanos, especialmente mexicanos, árabes, musulmanes e inmigrantes. En resumidas cuentas, su comportamiento es típico del de un racista, calificación que le endosó nada menos que el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. 

    Este racismo visceral lo llevó a persistir en sus ataques contra el presidente Obama insinuando, sin fundamento, que no había nacido en EE.UU. y que debía ser expulsado del poder. 

    4. En su vida como hombre de negocios, Trump no ha sido del todo exitoso, como sostiene. Si bien hizo algunos buenos negocios, en muchos casos estos han sido oscurecidos por diversos juicios por discriminación racial que perdió. Además, en su haber se cuentan 6 bancarrotas, el uso dudoso de su fundación para evitar pagar impuestos y acusaciones de fraude contra su ya desaparecida Trump University. 

    Según el diario de referencia, ha tenido 60 juicios laborales en su contra y con pequeñas empresas, a los que no les pagó lo que les debía. 

    5. Trump no ha publicado sus impuestos por 18 años, algo inadmisible en un candidato a presidente. 

    6. Trump habla sin tener control de lo que dice. Hace poco invitó a la Rusia de Putin a interferir en las elecciones norteamericanas pidiéndole que encuentre y publique los emails perdidos de Hillary Clinton. Llegó a sugerir a la gente que defiende el uso de armas que se "ocupen” de Hillary Clinton en caso de llegar a la presidencia y querer nombrar jueces "liberales”. 

    7. Trump ha degradado el diálogo apelando al uso de vulgaridades y lenguaje obsceno. En un debate de su partido, transmitido en cadena a todo el país, apeló a temas genitales como argumento. 

    El periódico se pregunta si alguien recuerda a algún candidato a presidente que haya evitado el servicio militar con artilugios legales y al mismo tiempo critique a una familia que perdió a un hijo en la guerra en Irak; si alguien puede aceptar a un candidato que se burla de un reportero con discapacidad física. 

    Para USATODAY su persona recuerda a Nixon, que inventaba enemigos ficticios para luego consumirse en peleas absurdas con sus críticos. Esto lo confirma un Trump despierto a las 3:00 de la mañana, peleando por Twiter con una miss universo latina que, obviamente, estaría durmiendo. 

    8. Trump es un mentiroso serial. Según el diario, es imposible llevar la cuenta de sus mentiras o desaciertos. Cuando lo confrontan con una mentira recurre a repetirla, creyendo que con ello la transforma en verdad. Sus mentiras de que no apoyó la guerra en Irak así lo demuestran.

    En conclusión, USATODAY, que nunca apoyó a un candidato en 34 años, decidió invitar a no votar por este candidato. Las mismas razones, palabras más, palabras menos, esgrimió el New York Times para no apoyarlo.

     

    El último debate y lo que sigue

    El último encuentro entre ambos candidatos estuvo dominado por el ambiente de escándalo creado por la difusión de sus prostibularias "conversaciones de locker room”, como él las llama.

    En ellas, usando un lenguaje vulgar y obsceno comentó cómo se imponía ante las mujeres, apoyado en la idea de que su "superioridad” de persona famosa lo autorizaba a hacer lo que quería. Su lenguaje corporal, sus interrupciones y amenazas de cárcel a la candidata demócrata, algo inaudito en EE.UU., volvieron a demostrar su agresividad e inestabilidad emocional. 

    Obviamente, se entendió que con ello pretendía recuperar la iniciativa. Sin embargo, su comportamiento no cambió las encuestas, que dieron a Clinton como ganadora.

    En cuanto a Hillary Clinton, siguen las dudas en torno a sus email. 

    Más allá de esto, se dice que en el partido republicano ya dan por perdidas las elecciones. Las encuestas respaldan esta visión. Once puntos a favor de Clinton a menos de un mes del final se consideran irrevocables. 

    Esto explica la actitud del Presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, de desligarse de él y dedicarse a salvar la mayoría republicana en el congreso.  Su actitud se suma a la de varios congresistas de su partido, incluido el influyente senador por Arizona John MaCain.

    Como dijo un miembro del Comité Nacional Republicano, los redobles de campanas a duelo ya se escuchan para Donald Trump y sus aspiraciones

    ¿Será cierto?

    Seguí leyendo

    Te Puede Interesar