miércoles 9 de octubre de 2024
CARA Y CRUZ

Síntomas preocupantes

Por Redacción El Ancasti
Distraído como está en publicitar actividades e iniciativas tendientes a promocionar su espacio político, al secretario de Seguridad Marcos Denett le ha crecido la "policía brava", tenebrosa institución sobre cuya vigencia desde hace unos meses vienen manifestándose síntomas. El último -no único- es el del joven Paucará, que debió ser internado en gravísimo estado y sometido a intervenciones quirúrgicas después de que lo arrestaran y lo alojaran en la Comisaría Décima, donde entre otras atenciones le habrían propinado una paliza de campeonato, a raíz de la cual se le fisuró el intestino, que estaba necrosado en una parte cuando por fin se dignaron a atenderlo, y por consiguiente tuvieron que practicar una extirpación, se le produjeron decenas de hematomas internos. Sabios para no dejar rastros visibles, los golpeadores. La Justicia ordenó la detención de cuatro policías de la Décima, bajo los cargos de "torturas" y "privación ilegítima de la libertad", que tienen penas iguales a las del homicidio simple. Según los familiares del joven Paucará, la represalia obedeció a que el muchacho se solidarizó a través de las redes sociales con una mujer que acusaba por el mismo medio a uno de los policías por golpearla.









Al día siguiente de que El Ancasti informara sobre el deleznable hecho -es decir, tarde-, el doctor Denett informó la presentación de un proyecto de ley, puesto a consideración de la Gobernadora, para crear un "Sistema provincial de prevención de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes". El director de Derechos Humanos, Ernesto Castrelos, anticipó por su parte el lanzamiento de un registro de los recursos de "hábeas corpus" interpuestos y su trámite en sede judicial, ya que, según dijo, se han incrementado en los últimos meses. Los parientes de Paucará apresuraban mientras tanto los trámites para presentarse como querellantes en la causa judicial. Los hermanos de Paucará aseguraban que los policías que habían arrestado a su hermano los amenazaban. El incidente Paucará se suma a varios que han venido denunciándose sin que se advirtieran inquietudes por parte de las autoridades, ni de Denett.








El secretario de Seguridad, en cambio, suele obtener protagonismo con manifestaciones como mínimo estrambóticas, como las que consideraron que el caso del empresario de transporte Luis Vizzoni, salvajemente golpeado por desconocidos en su propia vivienda, por motivos que se desconocen todavía, no era un hecho de inseguridad. A su criterio, si se tratara de un "ajuste de cuentas", no merecía ser calificado como hecho de inseguridad, pues los agresores no habían perpetrado robo alguno. También acostumbra pergeñar iniciativas de presunto alto impacto en la opinión pública, como la de invitar a los policías retirados a través de su página en la red social Facebook, a aportar ideas o proyectos para mejorar las políticas de seguridad y el trabajo que hace la fuerza policial, algo a lo que podría proceder sin necesidad de aspavientos. En paralelo a estas promocionadas actividades del titular de la línea "Alternativa Peronista", la inseguridad continúa tan rozagante, ahora agravada por casos de brutalidad policíaca cada vez más recurrentes. En el caso de Paucará, resulta extraño que no se hayan informado oficialmente todavía los motivos de la detención. De la investigación judicial surgirán con seguridad más detalles, pero el silencio indica en principio que se habría tratado nomás de una represalia particular, y de cualquier modo nada justificaría la golpiza. Denett tiene cosas más importantes e inquietantes para ocuparse que el posicionamiento del sector interno que lidera.
Seguí leyendo

Te Puede Interesar