Es una verdadera lástima que, en vez de incluir como tema central del debate de los candidatos el tema del protocolo para la implementación del aborto no punible, al que se opone, la Iglesia no haya nominado como argumento casi excluyente para la discusión el de las propuestas para el fomento del desarrollo productivo de la provincia.
Sería muy interesante para la ciudadanía que debe pronunciarse en el próximo mes de octubre respecto de qué fuerza política quiere que sea gobierno durante los próximos cuatro años, enterarse de cuáles son los planes que tienen los candidatos para la creación de empleo privado a partir de explotar el potencial que tiene Catamarca en cuanto a sus recursos naturales y humanos.
Como es de público conocimiento, la sustentabilidad de la economía local depende fundamentalmente del flujo de fondos federales, tanto los extraordinarios como los automáticos que llegan a través de los mecanismos de la coparticipación federal. Mientras ese flujo no sufra los embates de las crisis periódicas que suele afectar a la economía nacional, las cuentas fiscales se mantienen sin demasiadas alteraciones, pero cualquier desequilibrio pone en jaque esta estabilidad.
Es que en Catamarca el principal empleados sigue siendo el Estado. Los subsidios a la producción que se han implementado en estos años parecen no ser suficientes para lograr una evolución aceptable del empleo privado.
Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos para el último trimestre del año pasado, Catamarca es la tercera jurisdicción con mayor proporción de empleados públicos luego de Santa Cruz y La Rioja.
La provincia patagónica tiene el 46,8% de empleados públicos sobre el total de trabajadores; La Rioja con el 38,5% y la nuestra el 37,8%. Desde que se comenzó con este tipo de medición, el promedio nacional de empleados públicos osciló entre el 16,8% y el 17,8%.
El empleo en el Estado –municipal, provincial y nacional- no solo es atractivo por la estabilidad laboral que representa, sino también porque en los últimos años ha logrado incrementos salariales más importantes que en el sector privado.
El Instituto de Estudios Laborales y Sociales consigna que "los salarios en el sector público mostraron los mayores incrementos anuales en los últimos meses: 35,6% en marzo y 35,36% en abril. El sector no registrado mostró subas anuales del 35,1% y 31%. Por último, el sector registrado exhibió alzas del 30,5% en marzo y del 24% en abril”.
Mientras la utopía de cualquier persona, sobre todo los jóvenes, siga siendo, como parece serlo ahora, ingresar a la administración pública para obtener una seguridad laboral y un ingreso que le permita subsistir aunque sin aspirar a un crecimiento personal o profesional por la inexistencia de una carrera administrativa, el futuro de nuestra provincia estará encorsetado en límites estrechos.
Por eso el debate de los candidatos no debe centrarse en temáticas de interés especial de quienes lo convocan, sino en aquellas que aluden a las posibilidades de desarrollo productivo de nuestra economía y que, por tal razón, se erigen como estratégicas para el futuro.