La instauración de fechas determinadas para celebrar la lucha contra las enfermedades que afectan a los seres humanos tienen la virtud de poner el foco de atención, al menos una vez al año, en patologías cuyas características deben conocerse para encarar de manera más eficaz los tratamientos, pero sobre todo para estar al tanto acabadamente de los métodos de prevención.
Éste es el caso, cuyo día se celebra hoy por iniciativa de la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud con motivo de recordarse un nuevo aniversario del descubrimiento de la insulina, hecho ocurrido en 1921 por mérito de Frederick Banting y Charles Best.
El propósito es, en esta jornada, dar a conocer las causas, los síntomas, el tratamiento y las complicaciones asociadas a la enfermedad.
Si bien existe desde tiempos inmemoriales, la diabetes es una enfermedad cuya incidencia ha crecido enormemente en las últimas décadas. Según la FID, existen en el mundo casi 480 millones de personas que padecen la enfermedad. Los países con mayor cantidad de afectados son aquellos con ingresos medios -como la Argentina- y bajos.
Se estima que en nuestro país casi el 10% de la población padece diabetes. De modo que en Catamarca la cantidad de enfermos rondaría los 40.000. Un problema adicional es que un alto porcentaje -casi la mitad- desconoce que tiene esta patología, por lo que no se somete a los tratamientos necesarios ni lleva el estilo de vida que los especialistas recomiendan para estos casos. Al mismo tiempo, aumenta notablemente la carga de morbi-mortalidad, como lo señaló la endocrinóloga Natalia Carrizo, jefa del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital San Juan Bautista en diálogo con elancasti.com.ar.
La Encuesta Nacional de Riesgo realizada en 2013 muestra que la prevalencia de diabetes aumenta a mayor edad y a menor nivel educativo, con un mínimo de 2,9% en el grupo de 18 a 24 años y un máximo de 20,3% en el segmento de 65 años y más. No se registran, sin embargo, diferencias por sexo.
Quienes más riesgos corren de padecer diabetes son los mayores de 45 años, las personas con antecedentes familiares de la enfermedad, quienes padecen de hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y altos niveles de colesterol. También los fumadores y las madres que han tenido niños nacidos con un peso mayor a los 4,5 kg.
Como en casi todas las cuestiones vinculadas a la salud, la clave está en la prevención. Debe aumentarse el consumo de verduras, frutas y hortalizas, elegir cortes magros de carne, grasas no saturadas, restringir la sal y el azúcar y hacer actividad física de manera sistemática.
Estos hábitos saludables se internalizan de manera más eficaz y perdurable en la niñez y la adolescencia, por lo que la escuela está llamada a tener un papel preponderante en la difusión de estos métodos preventivos. Lamentablemente, a veces la incorporación de estos contenidos depende más de la buena voluntad del docente que de la aplicación de programa de estudio que los contengan.
La Educación para la salud salva vidas, aunque su impacto sea difícil de cuantificar y, por esa razón, subestimado.