jueves 30 de marzo de 2023

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CARA Y CRUZ

Costosos caprichos

La Hostería "Polo Giménez", ubicada en la cumbre de la Cuesta del Portezuelo, fue calificada como un "hito en la historia...

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Por Redacción El Ancasti
La Hostería "Polo Giménez", ubicada en la cumbre de la Cuesta del Portezuelo, fue calificada como un "hito en la historia turística catamarqueña". Tal el calificativo empleado en el acto de inauguración realizado diciembre de 2009 por el entonces gobernador Eduardo Brizuela del Moral, con la flor y nata del oficialismo de la época a sus flancos. Pocos podían imaginar las controversias que opacarían unos meses después las optimistas expectativas del mandatario. La recordada secretaria de Turismo Catalina Krapp le entregó la administración del "hito" por 20 años a la municipalidad de Ancasti, que a su turno la concesionó a la firma Huatu SRL, armada "ex profeso" para el negocio y vinculada a un hijo de la funcionaria. El escándalo fue mayúsculo y precipitó por fin la renuncia de Krapp, quien con siete años de permanencia resistiendo zafarranchos había logrado fama de incombustible. La maniobra de concesión fue incluso objetada por el sucesor de Krapp en Turismo, Edgardo Ávalos, aunque finalmente Brizuela del Moral avaló lo actuado por la municipalidad de Ancasti y la concesión quedó nomás en manos de Huatu SRL. Sazonó el grotesco la disputa limítrofe entre los departamentos Ancasti, Valle Viejo y Los Altos detonadas después de que el intendente de Valle Viejo, Gustavo Roque Jalile, clausurara el "hito" brizuelista por no cumplir disposiciones municipales.


La saga picaresca induce a pensar en un fabuloso negocio. Sin embargo, el hijo de Catalina Krapp, Maximiliano Walther, se quejó ayer en Radio Ancasti por los inconvenientes estructurales que tiene con el servicio energético. Sólo en noviembre, señaló, lleva 16 reclamos a la EC SAPEM, y el fin de semana estuvo más de 48 horas sin luz. Los problemas le llevaron los costos en combustible para el generador a las nubes, erogación que se suma a una serie de dificultades entre las que no es menor la escasa afluencia de turistas y, sobre todo, la logística. Mientras hablaba con la radio, Walther bajaba por la Cuesta del Portezuelo con bidones para llevar combustible a su generador, garrafas y bolsas de basura. Ocurre que en la cima de la Cuesta no hay servicio de recolección de residuos de ninguno de los tres municipios que litigaban por la propiedad del "hito", ni estaciones de servicio cerca, ni aprovisionamiento de gas. Tampoco está el "hito" en la ruta de proveedores como la Coca-Cola. EC SAPEM explicó que las demoras en resolver el corte de luz obedecieron a que las cuadrillas de la firma estaban dedicadas a normalizar el servicio en Los Altos y Santa Rosa, afectado por un temporal. Lógico: entre comunidades enteras sin luz y un único usuario, EC SAPEM priorizó lo que había que priorizar. El caso es que, según Walther, el "hito" de la "Polo Giménez" se ha convertido en un clavo económicamente inviable.



Es innegable la belleza de la Cuesta del Portezuelo, que puede apreciarse en todo su esplendor desde la hostería "Polo Giménez". Pero los problemas por los que se quejan los administradores eran claros cuando se hicieron cargo de la concesión. No va a modificar la Coca Cola, ni nadie, sus rutas de distribución para proveer a una hostería. Tampoco ha de instalarse una estación de servicios para exclusivo uso de Huatu SRL, ni se costearán hasta allá las empresas de gas, ni se erogará más de lo estrictamente necesario para el servicio energético en beneficio de un local solitario cuando hay deficiencias mucho más urgentes que resolver en la provincia. Todo esto, que son costos, debió considerarse en su momento, pero los dueños de Huatu SRL deben haberse entusiasmado con el discurso de Brizuela del Moral al punto de suponer que los antojos del mandatario bastarían para precipitar las inversiones adicionales que transformaran la ventosa cima del Portezuelo en Las Leñas. El Ancasti consignó oportunamente la dudosa racionalidad de gastar millones en nuevas hosterías cuando ni siquiera las que ya existían en centros turísticos poblados y de mayor circulación estaban en condiciones de funcionar. Pero había que cumplirle el capricho del gobernante de turno. Walther dijo ayer que están pensando en abandonar, porque los números no cierran. Habrá que ver, pero otra hostería está en la cornisa del abandono.
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