9 de septiembre de 2006 - 00:00
Cada vez que se empieza a respirar en Catamarca el clima preelectoral, la opinión pública acostumbra a presenciar ciertos reacomodamientos de políticos que resultan irritantes, por lo incoherentes y desesperados, aunque en el fondo forman parte de las reglas del juego. Es decir, la gente está habituada a esperar cualquier cosa de buena parte de estos dirigentes, particularmente de aquellos que lo único que persiguen en permanecer en sus lugares de privilegio, a cualquier precio. Sin embargo, la cosa cambia cuando se trata de actores que no son políticos, que no se desempeñan en un ámbito esencialmente político y que, sobre todo, tienen una responsabilidad social que excede la coyuntura partidaria y más aún la electoral. Es el caso del rector de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), Julio Salerno, quien el martes pasado participó de la reunión de la Mesa Política del Frente Cívico y Social en la residencia oficial de Villa Parque Chacabuco.