7 de septiembre de 2006 - 00:00
La información de este último tiempo abruma por su insistencia en mostrar accidentes con su amarga consecuencia de heridos y muertos. Se hace referencia aquí a los accidentes de tránsito, al parecer en proceso de convertirse en agentes devastadores ante los cuales no hubiese modo de protegerse. De la realidad de lo que acaba de decirse dan fe los cuatro casos protagonizados por motociclistas entre la noche del lunes y la mañana del día siguiente: un joven de 22 años perdió la vida y otras cuatro personas resultaron heridas.