27 de septiembre de 2006 - 00:00
Lo natural hubiese sido que el único centro estatal destinado a la atención en el área de la salud mental -el Hospital Neuropsiquiátrico de La Merced- hubiese sido, en el conjunto de los establecimientos hospitalarios de la provincia, un lugar de particular atención de parte de los gobiernos. Por la naturaleza de sus destinatarios, que demanda condiciones sin duda especiales y por la necesidad de que se vea que la salud mental ya ha sido asumida por el sistema público de salud como la otra cara del bienestar humano que ha sido reconocida tardíamente y todavía no con la suficiente decisión de protegerla y acrecentarla. Y, además, por lo que ya se ha señalado, esto es, por tratarse del único refugio público que tienen los catamarqueños afectados por trastornos mentales.