17 de diciembre de 2006 - 00:00
Cualquiera sea la opinión que se tenga acerca de los efectos económicos –en relación con Catamarca, claro está- de la explotación minera en marcha, no puede negarse que las alcancías de la provincia y de los municipios, en especial las de los departamentos mineros, tienen hoy un peso que hasta no hace tantísimo tiempo hubiese parecido pura fantasía.