El miércoles arrancó con fuerte tendencia negativa para los mercados en la Argentina. Los dos indicadores que mira con mayor atención el Gobierno comenzaron la jornada en alza. El dólar, en el mercado minorista de los bancos, ya supera los $ 44, luego de haber cerrado el martes en $ 43,52, según los datos oficiales del Banco Central.
En las transacciones mayoristas, en tanto, cerca de las 11.15 cotizaba en $ 43,37, tras haber tocado los $ 43 en los primeros minutos de la rueda. Luego volvería a subir. En el mercado resaltaban que la suba inicial fue marcada con muy poco volumen de negocios, lo que lleva a pensar dos cosas: 1. que la suba tal vez se morigere cuando ingresen las liquidaciones de las cerealeras -que vienen volcando al mercado unos 100 millones de dólares por día- y 2. que el Banco Central podría intervenir, pero más cerca del cierre, vendiendo contratos de dólar futuro.
El Riesgo País, por su lado, el índice que marca la sobretasa que debe pagar cada nación para endeudarse, marcó un nuevo récord para la era Macri: llegaba a 910 puntos, contra los 868 que había cerrado el martes.
Ambos datos preocupan al Ejecutivo por diferentes razones. Anclar el dólar minorista se convirtió en la gran apuesta de la Casa Rosada para moderar la inflación, que tuvo un pico de 4,7% en marzo y se encamina a un 4% en abril. Eso explica la primera medida que tomó el Banco Central, el mismo día en que salió el IPC de marzo y antes incluso de lanzar los precios esenciales: congeló el ancho de banda de cotización de la divisa para intervenir, que quedó entre $ 39,75 y $ 51,45.
Hasta que tomó esa decisión, los límites se fueron actualizando, entre un 1,75% y 3% mensual: si el dólar bajaba a menos del piso, el Central compraba para subir la cotización; si perforaba el techo, vendía para provocar el efecto contrario.
En cuanto al Riesgo País, la cifra de 871 puntos dilata aún más la esperanza de que el Gobierno pueda volver a financiarse en el mercado privado. Con esas cifras, más que nunca, está atado a los fondos que envía el FMI para repagar la deuda y financiar eventualmente el déficit.