miércoles 27 de marzo de 2024
Contra "la policía del lenguaje"

La Justicia ya puede utilizar lenguaje inclusivo en sus fallos

El Consejo de la Magistratura anunció, además, la creación de un manual para el uso de lenguaje no sexista.

Por Redacción El Ancasti

Elena Liberatori es titular del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario N° 4 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y decidió incluir en el fallo de un recurso de amparo las palabras niñes, todes y representades. El abogado Elias Natanael Badalassi y un grupo de defensores pertenecientes a los colectivos Comisión Federal de Abogados Provida, Abogados Por la Vida e UBA Derecho x La Vida la denunciaron por “dañar y atacar” la identidad cultural de la Argentina.

La semana pasada, el Comité de Disciplina del Consejo de la Magistratura de la Ciudad planteó que el lenguaje inclusivo no ataca ni pervierte a nadie y es válido usarlo en la Justicia. También anunciaron la creación de un “Manual para el uso de lenguaje no sexista para el Poder Judicial de la CABA”.

“La identidad cultural es una construcción, no se fuerza desde una policía del lenguaje. Un idioma es como un organismo vivo, dinámico, que se va modificando permanentemente. No me parece que haya que poner normas estrictas de cómo usar el lenguaje, sino hoy estaríamos hablando en castellano antiguo”, dijo  Cristina Montserrat Hendrickse, abogada de Liberatori.

A fines de septiembre Liberatori hizo lugar a una acción de amparo impulsada contra el gobierno de la ciudad para que adopte medidas necesarias e inmediatas para “asegurar y financiar el acceso a la educación pública, laica y gratuita de niñes y adolescentes de la CABA”. En ese fallo incluyó la E que despertó la bronca de las organizaciones autodenominadas provida, que la denunciaron con una lista de argumentos que apelan a la moral y al buen uso de la lengua según la Real Academia Española.

Vanesa Ferrazzuolo, Presidenta de la Comisión de Disciplina y Acusación, recibió la denuncia y dio intervención al Observatorio de Género del Poder Judicial de la CABA a fin de que se expida en el marco de sus atribuciones. La respuesta de Diana Maffia, Directora del Observatorio respondió que “la utilización de una de las formas de lenguaje inclusivo que la denuncia pone en cuestión no socaba la lengua como bien colectivo ni pone en peligro la administración de justicia sino que se encuentra en línea con diversas iniciativas del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires encaminadas a fortalecer el acceso a la justicia de grupos sociales subalternizados y responde a una estrategia de inclusión de sujetos diversos al ámbito de la ciudadanía que busca cumplir las promesas constitucionales sobre igualdad y no discriminación”.

Para Maffía el lenguaje constituye una seña de identidad cultural y en consecuencia requiere de su defensa como parte de los derechos de nueva generación. Según su intervención en el caso de Liberatori el uso de la E convive con la utilización de las dobles formas, los sustantivos neutros y los sustantivos colectivos no sexuados o abstractos, entre otras opciones. Razonó que “Colocar una carga supuestamente ´ideológica´ en el uso del lenguaje inclusivo acarrea una lectura ginope del discurso jurídico, toda vez que se evidencia el desajuste entre el lenguaje universal y el alcance de los derechos: una ceguera hacia la ausencia de mujeres y otros sujetos que no son alcanzados por las normas, pero cuya ausencia se oscurece porque ambiguamente el lenguaje parece alcanzarlas”.

Al analizar las instituciones aparentemente inclusivas de la modernidad, sobre todo el derecho, destinado a construir y garantizar igualdad, Maffía dijo que se percibe la sistemática exclusión de las mujeres (por razones de género) pero también de las personas pobres (por razones de clase), la de afrodescendientes e indígenas (por razones étnicas y raciales), por razones de edad (niños, niñas y adolescentes) que quedan fuera de su alcance y bajo dominio de un tipo de sujeto poderoso en todos los sentidos: “el varón, blanco, propietario, adulto, capaz, ilustrado”.

Para Montserrat Hendrickse habría que agraderle a Badalassi por denunciar a Liberatori: “Gracias a su denuncia vamos a tener un manual de lenguaje no sexista, habría que llamarlo Badalassi en su honor”. Ahora la Justicia tendrá fallos para “todes”, y “todos” seguirán con los derechos que ya tenían.

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