La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzó una serie de movimientos tendientes a descubrir el origen de la filtración de los datos del blanqueo de capitales de algunos grandes contribuyentes.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzó una serie de movimientos tendientes a descubrir el origen de la filtración de los datos del blanqueo de capitales de algunos grandes contribuyentes.
Por un lado, el organismo tributario presentó una denuncia penal, en una causa que comenzará a investigar el juez federal Rodolfo Canicoba Corral.
La demanda se basa en el delito de violación de secreto fiscal, por lo cual, los responsables podrían sufrir penas de 2 años de prisión y 4 de inhabilitación por violación referida al blanqueo que terminó a fines de marzo último.
En términos administrativos, hubo otra decisión del administrador Alberto Abad, quien le aceptó la renuncia el subdirector general de sistemas y telecomunicaciones, Jorge Linskens.
El diario Página 12 publicó el domingo los datos de algunos contribuyentes que ingresaron al blanqueo de capitales, lo que generó una fuerte preocupación en todo el Gobierno y en el sistema financiero, dado que la AFIP había asegurado en reiteradas oportunidades que el secreto fiscal estaba bien resguardado.
Según trascendió, ingresaron en el blanqueo familiares del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas. También figuran el amigo intimo del jefe de Estado, Nicolás Caputo, y quién le compró la constructora Iecsa a la familia presdencial, Marcelo Mindlin.
Gianfranco Macri, hermano del presidente, blanqueó 622 millones de pesos, Mindlin 770 millones de pesos, y Alejandro Jaime Peña Braun, primo del jefe de gabinete, 109 millones de pesos.