miércoles 16 de julio de 2025
Antes de las elecciones de octubre

La CGT y el Gobierno buscan un acercamiento

La central obrera anunció un paro nacional y Macri les quitó el control de las obras sociales sindicales.

Por Redacción El Ancasti

Tras una semana de alta tensión, la CGT y el Gobierno de Mauricio Macri apostarán a dejar correr los días para apaciguar los ánimos, por lo cual no habría una reunión entre ambas partes en el corto plazo, aunque los contactos telefónicos seguirán a la orden del día.

Luego de la marcha del martes de la central obrera a Plaza de Mayo que Macri replicó con la expulsión de sus dos funcionarios más cercanos a la central obrera, la relación se tensionó como pocas veces, con lo cual el dirigente moyanista del triunvirato de la central, Juan Carlos Schmid, dio un paso para tratar de descomprimir y recomendó a la Casa Rosada retomar el diálogo. 

En el oficialismo no descartan una reunión pero indicaron que por el momento el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, no tiene pensado convocar a una mesa de negociación a los popes sindicales.

"Seguimos el diálogo con todos pero no hay ninguna reunión pactada", informaron a NA voceros de la cartera laboral sobre un hipotético encuentro entre Triaca y la conducción cegetista. 

Por su parte, fuentes cercanas a Schmid dijeron a NA que la central obrera esperará a que "baje la espuma" del enfrentamiento con Macri, por lo cual también consideraron poco probable que haya dentro de pocos días una reunión con Triaca. 

En el medio, el Gobierno también reaccionó tras la marcha de la CGT en la que la central obrera amenazó con realizar un paro nacional en setiembre, quedándose con el control de la caja de las obras sociales sindicales, y suspendiendo una reunión que el miércoles iban a mantener funcionarios del Ministerio de Salud con representantes de la central para poner en marcha el plan universal de salud, la cual no tiene nueva fecha. 

A su vez, la Casa Rosada sigue de cerca la dura interna que divide a la CGT entre sectores más "dialoguistas" (gordos e independientes), con los que apuesta a seguir tendiendo puentes, y los sectores más duros (moyanistas y aliados al kirchnerismo), con los que aún es un interrogante cómo el Gobierno seguirá cultivando la relación, es decir si los enfrentará o negociará. 

La central obrera recién espera tener su próxima reunión de Consejo Directivo en la primera semana de septiembre, cuando -en medio de sus divisiones- comenzará a definir su estrategia de cara al Confederal del 25 de ese mes, cuando en teoría la CGT definirá las características de un plan de lucha. 

Desde las bases sindicales o gremios afiliados a la CGT, la parte conformada por los partidos de izquierda presiona al triunvirato cegetista para que defina rápidamente la fecha de paro general y nacional. 

El Gobierno salió fortalecido luego de que durante la última marcha, afiliados de Camioneros se trenzaran a palazos y botellazos frente al palco principal, usando como garrotes unas cruces de madera que habían sido enterradas en las inmediaciones en homenaje a los caídos en la guerra de Malvinas.

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