El celular de Anahí Benítez, la joven de 16 años asesinada en la localidad bonaerense de Llavallol, fue encontrado ayer en poder de un adolescente al que se lo regaló su padre, quien quedó detenido.
Según confirmaron fuentes judiciales a NA, se trata de Marcelo Villalba, el padre del adolescente de 16 años, y que fue acusado por el delito de "encubrimiento agravado".
En la mañana de ayer y tras el hallazgo del aparato, las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey que están a cargo de la investigación, ordenaron allanar la casa de Villalba, ubicada en Vicente Oliden 1200 de Llavallol, y a pocas cuadras de la reserva Santa Catalina, donde fue encontrado el cuerpo de Anahí el pasado 4 de agosto. Según una de las versiones que trascendió, el hombre le habría dicho a los investigadores que encontró el celular en un baldío lindero a su casa, por lo que se realizaron rastrillajes en el lugar. Pero otra de las versiones que circuló fue que el hombre habría comprado el celular, aunque no trascendió a quién ni dónde lo adquirió.
El celular de la víctima fue encontrado ayer por la mañana tras activarse en una vivienda ubicada en José M. Jorge 400, de la localidad de Llavallol, en donde vive un hombre de unos 77 años, que es el abuelo del menor que tenía en su poder el teléfono. Los investigadores tratarán de establecer ahora si el menor o su padre, de unos 35 años, tuvieron alguna vinculación con el femicidio de Anahí.
Además de los domicilios vinculados a padre e hijo, otros dos domicilios (Vicente Oliden 2400 y Molina Arrotea 2500) fueron allanados ayer por la tarde.
Según se supo, el teléfono se encontraba funcionando con un chip distinto al que utilizaba la adolescente asesinada, por lo que ahora será peritado para tratar de determinar toda la actividad que tuvo el aparato desde el día que desapareció Anahí.
Javier, un tío del chico que tenía el celular de la víctima, contó en declaraciones a la prensa que su sobrino estaba viviendo en la casa de su padre y que el padre del adolescente no podía acercarse a sus hijos.
"No sabemos nada, más que lo del celular y lo del allanamiento. El padre de los chicos tenía una perimetral hace tiempo porque tiene un problema psicológico bastante serio", indicó Javier.