"El papa Francisco ejecuta un mandato de la ONU, que tiene como Objetivo del Milenio erradicar la esclavitud y la trata, sobre todo en los niños. Argentina es uno de los países que pertenece a Naciones Unidas y ellos tienen que saber perfectamente en el Gobierno de qué se trata. Me parece curioso que Estados Unidos, México, Japón, Corea y Brasil nos mandan al máximo representante y nos apoya, no entiendo por qué la Argentina está ahí sin decir qué es lo que quiere. Mientras todos los gobiernos mandan a sus máximos representantes, Argentina no sabe lo que quiere", expresó.
Sobre la polémica que se produjo hace dos semanas sobre el supuesto desaire de Francisco a la fundadora del comedor Los Piletones afirmó: "A Margarita Barrientos, si no la recibieron, es porque no sabían quién era o porque vino con la gente que no tenía que venir. Cuando le ofrecieron una audiencia no viene. Es todo una montadura para criticar al papa Francisco. ¿Quién lo hace? No lo sé".
Sobre Elisa Carrió, insistió Marcelo Sánchez Sorondo: "Me admira que alguna persona del Gobierno haya criticado una cosa que el santo padre hace y para seguir el mandato de las Naciones Unidas. Es el arte de criticar al papa Francisco. Es un escándalo".
En la Argentina, también
Otra voz cercana al papa Francisco que se escuchó hoy vinculada a la relación entre el gobierno de Macri y el Vaticano fue la del presidente de la Pastoral Social y obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, quien defendió el informe que alertó sobre la pobreza y la fragilidad laboral que enfrenta la Argentina, tras la aplicación de políticas económicas.
Tras reconocer que hay "situaciones de deterioro social", Lozano también reconoció que hay preocupación del sumo pontífice en el "clima de revancha" que se vive en el país. "Lo que hace a la amistad social y a la falta de diálogo es algo que hemos señalado desde hace bastante tiempo. Entendemos que es algo que hay que superar como sociedad y la clase dirigente en particular para poder tener una actitud de diálogo madura, que afortunadamente notás que va creciendo también".
"Tenemos preocupación porque la Justicia pueda trabajar de modo independiente, manteniendo los criterios para todos los ciudadanos. Que todos somos iguales ante la ley y que a su vez toda persona sea considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario", concluyó el presidente de la Pastoral Social.