Cinco muertos al caer una avioneta en el Río de la Plata
La aeronave había partido desde San Fernando rumbo a Carmelo. Se precipitó a tierra a unos 10 kilómetros de llegar a destino. Cuatro ocupantes sobrevivieron.
Un avión
civil a motor se precipitó esta tarde sobre aguas del Río de la Plata cuando
cubría la ruta entre el aeropuerto bonaerense de San Fernando y Carmelo,
Uruguay. Se trata de una nave modelo BE20, que partió con nueve personas,
en un vuelo que dura aproximadamente entre 15 y 20 minutos.
El piloto
dio aviso sobre un desperfecto antes de perder la comunicación y minutos
después de las 14 las fuerzas aéreas de Uruguay y Argentina enviaron naves
equipadas para efectuar un rescate.
Poco después
de las 15, un helicóptero de la Prefectura argentina dio con el lugar
del siniestro, unos 10 kilómetros al sudoeste de Carmelo. Las imágenes
mostraban que el bimotor había logrado de alguna manera amerizar en una zona
baja. Los mayores daños se observaban en la trompa, la cola y los extremos de
las alas.
Los
rescatistas, a los que rápidamente se sumaron los uruguayos, pudieron bajar
al lugar y, una a una, iban retirando a las víctimas en canastas especiales o
camillas. "De los
ocho ocupantes, cuatro estaban conscientes y cuatro no", precisó Álvaro
Loureiro, vocero de la Fuerza Aérea uruguaya.
El secretario de Seguridad, Sergio
Berni, reconocía por entonces que había atrapados y que la situación era
"grave" Cerca de las
17, Gastón Juansolo, el vocero de la Armada de Uruguay que en principio
había dicho que estaban "todos vivos", confirmó que había cinco
fallecidos. Agregó que tres de los cuerpos estaban todavía en la nave, y
otros dos ya habían sido retirados.
Dos de los
cuatro ocupantes que sobrevivieron fueron atendidos en San Fernando, y otros
dos en Uruguay. La nave
accidentada pertenece a Federico Bonomi, dueño de la conocida marca de
indumentaria Kosiuko.
Desde los EEUU, en diálogo con canales de TV, el
empresario dijo que, sin conocer más detalles de lo ocurrido que lo que
informaban por entonces los medios de comunicación, estaba "preocupadísimo"
por la salud de los ocupantes, a quienes reconoció como parte de su equipo de trabajo.
"Desconozco
qué pudo haber pasado. Es un avión de última generación, bien mantenido",
indicó Bonomi, quien señaló que el piloto, Leandro Larriera, tiene una
vasta experiencia y se capacita permanentemente en el exterior. Añadió, además,
que solía utilizar la nave para ir con su familia a Carmelo, donde tiene un
campo.