El resultado de la balanza comercial fue en noviembre superavitario en 461 millones de dólares, lo que implicó una caída de 34 por ciento frente al mismo período del año anterior, según informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos. De ahí que para apuntalar las reservas en divisas el Banco Central tuvo que echar mano del swap de China.
El menor valor exportado correspondió a una baja de 14 por ciento en las cantidades y 7 por ciento en los precios. El sector industrial, en particular el terminal automotriz, explicó gran parte del retroceso de las ventas al exterior, aunque también se extendió a sectores conexos y a los minerales y algunos productos primarios.
Las manufacturas de origen industrial bajaron 28 por ciento a 2.203 millones de dólares, mientras que las manufacturas de origen agropecuario se redujeron 18 por ciento a 2.079 millones. En tanto, los despachos al exterior de productos primarios aumentaron 31 por ciento.
Dentro de las importaciones, la baja de 19 por ciento fue producto de una disminución de 22 por ciento en las cantidades, con una suba de precios de 5 por ciento. Las compras de piezas y accesorios para bienes de capital cayeron 29 por ciento y las de vehículos 65 por ciento. Las compras de bienes intermedios bajaron 12 por ciento y las de bienes de capital 8 por ciento.
En el acumulado de los primeros once meses el resultado del intercambio con el resto del mundo fue positivo en 6.612 millones de dólares, pero fue inferior en 16,3% al que se había registrado en similar período del año anterior. Las exportaciones cayeron 11,8% a 67.362 millones de dólares, y las importaciones 11,3%, a 60.750 millones.
La balanza energética multiplicó en noviembre el rojo del año anterior por 3,3 veces, a 359 millones, aunque en el agregado desde comienzos del año el déficit de 5.589 millones de dólares aumentó 6,5 por ciento, con ventas por 4.412 millones de dólares y compras por 10.271 millones de dólares.
Fuente: Infobae