El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pasó su primera noche en prisión en la sede de la Policía Federal de Curitiba, que amaneció este domingo rodeada de agentes de las fuerzas de seguridad que han establecido un perímetro de unos cien metros a cada lado del local.
Medio centenar de policías militarizados controlan desde anoche los accesos al recinto, situado en el barrio de Santa Cândida, en la zona norte de la ciudad, y solo permiten el acceso al personal autorizado, moradores y reporteros.
En uno de los extremos del perímetro de seguridad, decenas de simpatizantes y militantes del ex mandatario (2003-2010), que desde este sábado cumple una pena de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero en régimen cerrado, han establecido un pequeño campamento para defender a su líder.