El papa Francisco pidió este sábado más protección a los niños durante una visita a un hospital pediátrico de enfermos de cáncer en San Lorenzo, en las afueras de Asunción, en su segunda jornada de la visita de tres días a Paraguay, revolucionado con su presencia.
"Este es un hospital donde muchos chicos sufren. Quiero decirles que rezo por ustedes y rezo por sus hijos", dijo a los padres de los niños que padecen enfermedades graves.
Improvisando un mensaje, el Sumo Pontífice agregó que ruega "para que la Virgen esté muy cerca de ustedes, para que Jesús le dé la salud a sus hijos y para que ustedes tengan esa fuerza y esa constancia que solamente tienen las mamis y papis", dijo en tono muy familiar.
El Papa Francisco se dirigió a los padres de los niños y niñas enfermos del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu donde saludó a los menores internados. Miles de personas se apostaron a los lados del trayecto de 10 km que lo llevó hasta el centro médico.
Francisco viajó desde la Nunciatura en un Peugeot 405, modelo 1989, el mismo vehículo que utilizó el papa Juan Pablo II hace 27 años cuando recaló en Paraguay.
"Es tan importante un niño en la vida", resumió, al remarcar que hay que protegerla desde sus orígenes.
Al abandonar el edificio -donde se reunió en forma privada con los enfermos- el visitante produjo sollozos y mucha emoción cuando abrazó a una niña con capacidad diferenciada en brazos de su madre.
Abrazó y besó a otros niños que saltaron la valla protectora e instruyó a sus guardias a permitir que llegaran hasta él.
Aconsejó a los adultos presentes a ser como niños "alegres y sencillos" y finalmente dictó su ya conocida frase: "recen por mí".
El Papa se dirigió luego a Caacupé, donde se erige la Basílica de la Virgen de los Milagros, la Patrona del Paraguay, donde llegó aclamado como estrella popular por cientos de miles de creyentes para la primera gran misa programada de su visita.