Todo el trazado de la Ruta Provincial Nº 33, que va desde Valle Viejo y termina en la localidad de San Martín, en el departamento Capayán, carece prácticamente de mantenimiento en particular del tramo que va desde Sumalao hasta el Aeropuerto "Felipe Varela", donde los yuyos se acumulan hacia ambos lados de la ruta.
La sobreabundancia de vegetales hacia ambos lados de la ruta representan un grave riesgo para la ocurrencia de incendios forestales, por su cercanía con el sitio por donde pasan los vehículos, y porque la cantidad de "combustible" que constituyen es singularmente mayor que la que se pudo observar otros años.
El trazado de la ruta Provincial Nº 33 se extiende desde Valle Viejo hasta San Martín, en Capayán, donde empalma con la ruta Nacional Nº 60. La extensión es de aproximadamente 90 kilómetros y por su ubicación, es responsabilidad de la Administración Provincial de Vialidad el cuidado y el mantenimiento.
En este aspecto, se puede observar que la ruta tiene una desprolijidad singular desde que empieza hasta donde termina. Justamente en el inicio, el tramo de la ruta recibió un beneficio de la Administración Nacional de Vialidad, cuando culminaban la construcción de la Avenida Circunvalación. Fueron las propias máquinas y operarios del organismo nacional los que ampliaron los carriles del ingreso desde la Circunvalación hasta el primer puente que tiene la ruta.
Pero el resto del trazado hasta su finalización, está descuidado, con pocas señalizaciones y sin la limpieza hacia los costados de la banquina, como corresponde.
La cercanía de yuyos altos a la ruta son potenciales riesgos también para la ocurrencia de accidentes de tránsito. Es que a lo largo de toda la ruta, se pueden ver animales sueltos que se cruzan frente a los vehículos. Si la vegetación es muy alta y tupida, como en estos casos, resulta mucho más peligroso para los conductores porque no pueden advertir a tiempo la presencia de los animales.
Los alrededor de 18 kilómetros hasta el Aeropuerto "Felipe Varela" también tienen esta particularidad de falta de mantenimiento. Una situación de descuido que no se puede permitir la provincia, en momentos en los que se acerca la llegada de turistas por la Fiesta Nacional del Poncho.
La herencia de las lluvias
La acumulación de vegetación al costado de la ruta (de la Nº 33 y de otras en la provincia) se debe particularmente al verano muy húmedo que se vivió en el Valle Central. Hasta la fecha, ya casi se cubrió la media anual de precipitaciones, con más de 420 milímetros caídos de los 450 que se esperan por año. Con tanta lluvia, es lógico que haya más vegetación y por lo tanto, más riesgos de incendios cuando todos los yuyos se sequen y se transformen en combustible para los siniestros.