Quizás uno de los vecinos más emblemáticos de la Villa de El Rodeo es Luis Carlos Guzmán. Además de vivir prácticamente toda su vida en la localidad ambateña, durante el alud de enero del año pasado tuvo un rol particular: con su auto llegó a la hostería Villafáñez para advertir de la crecida. El auto quedó en la calle y se lo llevó el agua. Adentro, quedó Guzmán con una gran cantidad de turistas que estaban esa noche en la hostería.
"En medio de la desesperación, los ayudé a subir al techo de la hostería, así nos salvamos", narró. Jamás pudo recuperar su auto.
Para la presente temporada, Guzmán cree que los turistas "van a llegar sí o sí, porque El Rodeo siempre es convocante. Lástima que el intendente no toma ninguna intervención y el camping no se ha puesto en condiciones para atender a la gente. Habría que preparar algún asador, armar baños, para que la gente se pueda quedar".
Con un similar razonamiento se expresó Luis Vega, dueño de un minimercado que está en pleno centro de la villa ambateña.
"Veo bien la temporada -opina Vega junto a su esposa-, pero los trabajos comenzaron muy tarde, ya estamos con el verano encima y recién están comenzando a sacar piedras del río. Y la zona donde se produjo el mayor desastre está igual".
También le apuntó a la falta de iniciativa de la intendencia, en especial por la ausencia de personas que orienten a los turistas cuando llegan.
"Cuando se bajan de la combi no hay nadie que les dé un folleto, una información, nada. Pero hay cientos de empleados en la Municipalidad. ¿Qué es lo que hacen y dónde trabajan? Además, ni acá ni en la Capital saben qué va a pasar con la temporada de El Rodeo, prácticamente no hay información de nada de lo que se hará", se quejó el dueño del comercio, para reclamar nuevamente "una mayor limpieza en las calles, que no cuesta nada hacerlo".
