6 de septiembre de 2006 - 00:00
Los hogares, oficinas y edificios son considerados como lugares seguros, asépticos, sin embargo, se esconden en su interior una serie de “enemigos” imperceptibles como pequeñas partículas de polvo, humo de cigarrillo y ácaros, que afectan directa e indirectamente la salud de las personas al ser causantes de enfermedades como las alergias y el cáncer del pulmón.