viernes 29 de marzo de 2024

Colegios privados anticipan aumentos

Subirán los aranceles el FASTA, Quintana, Carmen e Instituto Rubinstein. Malestar entre los padres, pese a la autorización de Educación Privada.

Algunos colegios privados de nuestra provincia notificaron esta semana a los padres de sus alumnos que aplicarán aumentos en los aranceles a partir del año próximo, los que fueron autorizados por la Dirección de Educación Pública de Gestión Privada.

La modificación de los aranceles no deja de molestar a los padres, y no tanto por el nuevo valor de “la cuota” sino por el monto de los intereses por mora que algunos colegios aplican, cuestión sobre la que en apariencia no hay controles.

Otros motivos de malestar tienen que ver con que sólo algunas de estas instituciones bonifican la cuota a los alumnos que son hermanos; a la vez que padres se quejan de que se otorgan becas de manera “discriminatoria”.

Oficialmente, el Ministerio de Educación de la provincia, a través de la Dirección de Educación Privada, autorizó subas en las cuotas del 2007 para los colegios Padre Ramón de la Quintana y Nuestra Señora del Carmen (de 35 a 45 pesos), lo mismo que para el instituto artístico Rubinstein.

Ello, en base a un acta-acuerdo rubricada en mayo pasado en Buenos Aires por el ministro Daniel Filmus, representantes de los colegios privados y la Dirección de Comercio Interior, para el cobro del “recupero” en función del incremento de los salarios producido en el sector privado.

Pero también el Colegio FASTA aplicará una suba de los aranceles, en el caso de la cuota mensual, hasta alcanzar los 55 pesos, según comunicó esta semana a los tutores, con autorización de Educación Privada.

Los colegios tienen anualmente plazo legal hasta el 30 de octubre para solicitar a aquel organismo la autorización de los aumentos, según establece el decreto 1485, que regula el mecanismo de fijación de los aranceles.



Argumentos

Siguiendo con el FASTA, el colegio alegó frente a los padres que recibe “aporte mensual que cubre los sueldos y cargas sociales del personal que integra la planta funcional subvencionada”, no así “los haberes y cargas sociales del personal docente fuera de planta, extra programático”.

También adujo que “la devaluación monetaria trajo aparejado un incremento desmesurado en los precios de los productos y servicios, muchos de los cuales son de fundamental importancia para las actividades de la institución: material didáctico, biblioteca, elementos deportivos, papelería, materiales para mantenimiento edilicio, etc”.

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