El juez de Control de Tercera Nominación Lucas Vaccaroni resolvió hacer lugar a un planteo de nulidad presentado por Natalia Rojas, hijas de Juan Carlos Rojas, el ministro de Desarrollo Social ultimado en diciembre último. La joven se constituyó como querellante y es representada por el abogado del foro local Iván Sarquís. La querella había planteado la nulidad absoluta de un decreto del fiscal de Instrucción de Quinta Nominación Hugo Costilla, quien está a cargo de la investigación del funcionario y exsecretario de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina. El representante del Ministerio Público Fiscal había dispuesto “la suspensión de expedición” de copias del expediente, como así también había restringido el acceso al expediente. A tal fin, había habilitado el horario de 7 a 9, en días hábiles y únicamente autorizado para su lectura.
El magistrado resolvió hacer lugar al planteo de la querella, a la que adhirió la defensa de la única imputada. A la vez, ordenó al fiscal “que se abstenga de realizar actos procesales que restrinjan el normal acceso al expediente en cuestión y se abstenga de realizar actos procesales que prohíban la expedición de copias (bajo la modalidad que estime prudente), a la parte querellante, a la defensa técnica y a terceros con interés legítimo”.
Según se detalló, el juez Vaccaroni consideró que el decreto fiscal con fecha del 10 de mayo último “fue dictado en clara violación a los derechos y garantías constitucionales y convencionales que les asisten a las partes en el proceso, como ser, básicamente, el de defensa en juicio, acceso a la justicia, igualdad de armas, fundamentación y publicidad de los actos públicos, entre otros”.
A la vez, advirtió, el Ministerio Público Fiscal dispuso, “bajo un argumento endeble” limitar el acceso a las actuaciones a todas las partes, primero, en un marco de tiempo -día hábil y horario hábil de 7 a 9, precisó-. En segundo lugar, prohibió a las partes tanto la expedición de copias de las actuaciones o, más bien, que en el caso de consulta de dicho expediente no puedan, las partes, tomar copias de las mismas mediante fotostáticas o fotografías.
“El fiscal de Instrucción entendió como prudente imponer dichas restricciones a las partes con base a que, por intermedio de un informe confeccionado por su secretario, tomó conocimiento de filtraciones de información en redes sociales y explicó además que únicamente el Ministerio Público Fiscal había autorizado y entregado copias del expediente a la parte querellante y a la defensa técnica de la única imputada”, aclaró.
Para el magistrado, este argumento resulta “endeble” a los fines de pretender fundar esta decisión tomada por el fiscal, toda vez que el representante del Ministerio Público Fiscal “‘aparentemente’ pone en cabeza de la parte querellante y de la defensa técnica la exclusiva responsabilidad de las filtraciones de información e incluso –yendo más allá- los sanciona limitándoles el acceso a las actuaciones y la prohibición de hacerse de copias. Dicho argumento es totalmente endeble y no merece mayor nivel de análisis ya que el propio Ministerio Público Fiscal. en su Decreto Fiscal
de fecha 10 de mayo y en el Dictamen Fiscal no explica ni da razón válida alguna que permita sostener que la parte querellante y la defensa técnica hayan sido las responsables de dicha filtración de información e incluso, tal vez, de su publicación. Más allá de la falta de acreditación de tales extremos, o más bien de una acreditación aparente, tampoco el fiscal explica el hecho posible, por ejemplo, de que hayan sido otros actores no identificados los que hayan provocado dichas filtraciones. No obra argumento serio ni prueba objetiva que permita sostener que las partes del proceso hayan sido las responsables de la filtración y de la publicación de información en redes sociales”, precisó el juez.
Rojas fue hallado muerto el 4 de diciembre último, en su casa, en la zona norte de la Capital. Si bien una persona fue sindicada y fue imputada, se encuentra en libertad. A ocho meses, y pese a varias medidas, no hubo más sospechosos.