Condena de 12 años de prisión para un abusador confeso
Estaba previsto un juicio por jurados pero el acusado decidió confesar y admitir su responsabilidad.
En la sala de Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial, ayer se llevó a cabo un juicio abreviado. Un hombre acusado por varios delitos contra la integridad sexual, confesó y admitió su responsabilidad. El juez director Marcelo Soria lo declaró culpable y lo condenó a la pena de 12 años de prisión.
Por tratarse de un delito de instancia privada, la audiencia se desarrolló a puertas cerradas. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, el acusado respondió por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la situación de convivencia preexistente (hecho continuado) y corrupción de menores agravada por la edad de la víctima”, “abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia preexistente y corrupción de menores agravada por la edad de la víctima” y “abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia preexistente (hecho continuado) y corrupción de menores agravada por la edad de la víctima”. Los ultrajes sucedieron en La Paz.
Dada la imputación que pesaba sobre esta persona, el expediente se remitió a la OGA para la realización de un juicio por jurados. Para ayer, estaba prevista la audiencia de admisión de evidencias. No obstante, ésta se convirtió en un debate abreviado. El imputado confesó los hechos y admitió su responsabilidad. Ante esta situación, el Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales Jorgelina Sobh y Miguel Mauvecín –ambos acompañados por la asesora de Menores Daniela Faerman Cano- llegaron a un acuerdo con la defensa, representada por el abogado del foro local Iván Godoy. La Fiscalía mantuvo la acusación y pidió una pena de 12 años y la defensa adhirió.
Finalmente, el magistrado declaró culpable al acusado por los delitos que oportunamente se la habían reprochado. A la vez, se le fijó una pena de 12 años de prisión.
Puertas adentro
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.
Además de vulnerar a chicos y chicas, el ASI rompe a las familias. El victimario realiza un abuso de poder. A través de diversos mecanismos de manipulación y amenaza, quien abusa genera en la víctima un sentimiento de culpa y vergüenza. Es por ese motivo que quienes lo sufren pueden tardar mucho tiempo, incluso años, hasta que pueden poner en palabras lo que les sucedió.n