Un joven, imputado por un grave hecho de violencia sexual intrafamiliar, se opuso a la elevación a juicio. La causa se tramita en el ámbito del Tribunal Penal Juvenil, debido a que al momento de los hechos el acusado era adolescente.
Para continuar, suscribite a El Ancasti. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
Acceso hasta 40 notas mensuales en el portal de El Ancasti.
Para continuar, suscribite a El Ancasti. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
Acceso hasta 40 notas mensuales en el portal de El Ancasti.
Un joven, imputado por un grave hecho de violencia sexual intrafamiliar, se opuso a la elevación a juicio. La causa se tramita en el ámbito del Tribunal Penal Juvenil, debido a que al momento de los hechos el acusado era adolescente.
Dada la índole del delito, con adolescentes –por entonces- involucrados, la audiencia se desarrolló a puertas adentro. La audiencia se llevó a cabo en el Juzgado de Control de Garantías Penal Juvenil y fue presidida por el juez especializado, Rodrigo Morabito. El Ministerio Público Fiscal fue representado por el fiscal subrogante Hugo Costilla, quien estuvo acompañado por el abogado de la querella, Luis Muñoz y Pérez. La defensa fue ejercida por el abogado particular Juan Pablo Morales. Dada la imputación, la causa podría ser llevada a juicio por jurado.
De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, las agresiones sexuales habrían ocurrido entre 2015 y 2017, en el ámbito intrafamiliar. El sindicado era adolescente –por ello la causa se tramitó en el Tribunal Penal Juvenil-. Oportunamente, fue imputado por el presunto delito de “abuso sexual con acceso carnal”. Tras finalizarse la investigación, la defensa se opuso a la elevación a juicio.
“Me opuse. Es una causa tan compleja. La coherencia y la verosimilitud del relato de la denunciante no son compatibles con una personalidad fabuladora. Eso lo dice la misma psicóloga. Hay indicios de que vivenció abusos”, remarcó el abogado de la querella Muñoz y Pérez.
Tras los planteos, la audiencia pasó a un cuarto intermedio. La próxima semana, el magistrado dará a conocer la resolución.
El abuso sexual en la infancia (ASI) hoy en día es uno de los delitos más repudiados socialmente. Puede concretarse a través de distintos modos, como los toqueteos, acoso sexual a través de las redes sociales, la corrupción, la trata de personas o la violación. Por ello, es una de las formas de violencia que más afecta a chicos y chicas. De acuerdo con informes de UNICEF, al menos la mitad de los casos de ASI se produce en el seno del hogar: el victimario es alguien conocido por la víctima y que por lo general no es sólo conocido, sino que tiene algún grado de familiaridad.
Por ello, especialistas en esta temática advierten que es importante que una persona adulta esté emocionalmente disponible para darles ayuda y que actúe para protegerlos. Según se detalló, solamente a un 20% de los niños y niñas que empiezan a hablar del tema o intentan develarlo, se les cree. Los chicos intentan buscar ayuda pero esto va a depender de si encuentran del otro lado cierta receptividad y un contexto de seguridad.
Las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual no solo deben romper el silencio impuesto por su agresor, sino también encontrar un adulto que crea en sus palabras (o sepa identificar las señales de alerta) y los proteja. El hecho de que la mayoría de los abusos sean perpetrados por alguien cercano al chico o chica, familiar o de su confianza, hace más difícil la intervención.
Ante la duda o sospecha de un abuso a un niño, niña o adolescentes, se debe llamar a la Línea 102.