Con un tanto sobre el final, el seleccionado belga se impuso por 1 a 0 en la segunda fecha del grupo H y consiguió un lugar entre los 16 mejores de Brasil 2014.
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Otra vez Bélgica encontró la solución a un partido que se le complicaba con un cambio. Esta vez fue Divock Origi quien saltó desde el banco de suplentes para anotar el tanto que le dio el triunfo y la clasificación a su equipo.
En el estadio Maracaná de Río de Janeiro, el seleccionado belga superó por 1 a 0 a Rusia en la segunda fecha del grupo H y con seis unidades, gracias a dos victorias en sus dos presentaciones, se colocó entre los 16 mejores del Mundial de Brasil 2014.
En el último anteceden mundialista de Bélgica, en Corea – Japón 2002, superaron a los rusos en su zona por 3 a 2 con un tanto Marc Wilmots, hoy DT, y consiguieron el pase a octavos de final.
En un partido con poco ritmo en los cuales los dos tuvieron inconvenientes en la elaboración e hicieron todo muy anunciado y lento, fueron los de los Países Bajos los consiguieron desnivelar a los 87 minutos, gracias a una buena jugada individual de Eden Hazard, que llegó al fondo de la cancha por la izquierda y tiró un centro atrás para Origi que mando al fondo de la red.
Bélgica llegaba como uno de las esperanzas del Mundial por la presencia de futbolistas jóvenes que se destacan en los principales clubes de Europa. Sin embargo, en sus primeras presentaciones consiguió las victorias dejando una imagen pálida.
En el primer tiempo ninguno de los dos encontró claridad, los belgas tenías más la pelota e intentaban jugar en corto para poder llegar al arco rival pero todo era lento y anunciado y solo a través de Dries Mertens, recostado sobre la derecha, generó peligro con remates desde afuera del área.
