Lo que buscan todos los equipos que afrontan partidos ante rivales inferiores en la Copa Argentina es poder abrir el resultado lo más rápido posible y River lo consiguió.
Lo que buscan todos los equipos que afrontan partidos ante rivales inferiores en la Copa Argentina es poder abrir el resultado lo más rápido posible y River lo consiguió.
Iban solamente seis minutos cuando Exequiel Palacios lo vio a Nacho Fernández, el mediocampista sacó un remate que dio en el travesaño y Rafael Santos Borré solamente tuvo que empujarla.
El equipo conducido por Marcelo Gallardo continuaba con el dominio, encontraba espacios de tres cuartos hacia adelante y el palo evitó el tanto de Ignacio Scocco. Almagro tuvo su chance: asistencia de Juan Manuel Martínez para Facundo Suárez y Franco Armani respondió de buena manera.
Si se esperaba alguna reacción del equipo de Gastón Esmerado en el complemento se desvaneció rápidamente, debido a que ni bien comenzó la segunda parte se escapó Borré, lo bajó Nicolás Arrechea y vio la tarjeta roja.
De ahí en más, solamente era cuestión de tiempo para que llegara el segundo y el encargado de convertirlo fue Scocco, quien recibió una de las tantas buenas pelotas de Nacho Fernández y definió ante la salida de Christian Limousin. Iban 12.
El contexto era el ideal para que, después de 208 días, Juan Fernando Quintero volviera a las canchas luego de la lesión en la rodilla que sufrió el 17 de marzo de este año en el triunfo por 3-0 ante Independiente en el Monumental.
Con espacios, dos goles arriba y el rival con un jugador menos, el colombiano mostró algo de su talento y que su pegada está intacta: primero, estuvo cerca con un zurdazo desde afuera del área y, luego, provocó una gran respuesta de Limousin tras un tiro libre con muy poco ángulo. ¿Entró? Y también llegó la otra vuelta: Leonardo Ponzio.