martes 18 de febrero de 2025
El atleta se prepara para competir en Brasil

Sergio Córdoba, ejemplo de lucha

Por Redacción El Ancasti

Sergio “Checho” Córdoba es una atleta muy especial. Un atleta que nunca se dio por vencido pese a las adversidades que en su vida parecieron multiplicarse. Un atleta que quiere pelearla hasta el final y hoy tiene la oportunidad de ir por uno de sus sueños, la Medio Maratón de Camboriú, Brasil. 


Esta exigente prueba se realizará el próximo domingo 15 y tendrá a Córdoba como uno de los representantes catamarqueños, quien el próximo 11 estará viajando junto a sus compañeros Diógenes “Chicho” Rodríguez, Rita Avellaneda y el entrenador Dimas García, quien pone mucho para poder cumplir el sueño de este joven luchador. 


Nacido en Belén, Sergio siempre soñó con las pruebas atléticas, de hecho, comenzó participar desde chico y siempre a pulmón, ya que en aquel entonces no contaba con entrenador ni nadie que lo guiara. 


Quizás el atletismo fue un escape a una realidad muy dura que le tocó vivir. Nacido en un hogar muy humilde, Sergio no conoció a su padre y nunca sintió el cariño de su madre, quien se preocupó más por su hermano menor que nació con una discapacidad. Sin contención, fue que comenzó a acercarse al deporte y descubrió una pasión que lo ayudó a crecer. 


Al igual que su hermano, Sergio también nació con una discapacidad, aunque de menor grado, y además, a los 16 años, sufrió un duro golpe en la cabeza que lo dejó mudo y eso complicó aún más su realidad. Sin embargo pudo recuperarse, tres años después recobró el habla y ahí decidió que era hora de salir de esa vida y buscar nuevos horizontes. 


Esto fue hace unos seis años cuando se mudó a esta Capital y se encontró con gente de primera, como el entrenador Dimas García y la señora Lidia Barros, madre del joven ciclista Mariano Vera Barros, quienes lo ayudaron a instalarse, colaboraron en su crecimiento y lo incentivaron aún más en su carrera deportiva. De hecho, fue Linda quien lo conoció cuando Sergio aún vivía en Belén, quien lo trajo para que pudiera hacerse ver con diferentes médicos y terminó ofreciéndole su primer trabajo en un lavadero. 


Fue así que “Checho” consiguió un trabajo como cadete y con eso y la ayuda de esas personas maravillosas subsiste y puede entrenar. A partir de ahí a participado de diversas pruebas en La Rioja, Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, entre otras, consiguiendo excelentes resultados y demostrando que si se lucha con perseverancia y sin rendirse, siempre se pueden conseguir los sueños en la vida. 

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