Colón sigue festejando. El clásico -de visitante, hace una
semana- y esta tarde en el Cementerio de los Elefantes frente a Lanús, sumaron.
Ganó el Sabalero 1 a 0 con ese gol de Pereyra antes del minuto de juego. ¿Que
lo sufrió? Por supuesto. Quizá Lanús mereció llevarse "algo" de Santa
Fe, pero la virtud del local fue esperar con entereza, orden y solvencia. En
todo caso, no fue su problema que el visitante no lo exigiera más de lo
necesario.
De merecimientos el fútbol argentino está lleno. Lanús se
ordenó pasada la mitad del período inicial. Fue cuando Colón comenzó a dejarle
espacios, principalmente por los laterales. Pero la virtud estuvo en el orden
defensivo. Y el arquero Broun apareció cuando se lo requirió y eso también
abonó el resultado.
El complemento fue casi un monólogo granate. Pero siempre
hasta que llegó al área del local. Allí se obnubiló y Colón se hizo fuerte.
Lanús hilvanó su tercera caída consecutiva tras las derrotas
ante Racing (3-0) y River (3-1). El triunfo sabalero mereció un gran festejo.
El equipo de Eduardo Domínguez sigue en racha, aunque esta vez ganó con
demasiado suspenso. Pero como dice la tribuna, los goles no se merecen, se
hacen. Esa fue la mínima diferencia con Lanús, aunque diferencia al fin.