Naciste un 21 de septiembre de 1936 en calle Ayacucho y te criaste en Mota Botello. Cómo no recordarte hoy, viejo club de mi barrio, desde aquella primera canchita en la parrillada del "Negro” Julio, en Ayacucho 1045, o tu canchita de tierra con tableros atados con alambres en Mota Botello al 200.
Mujeres con alma "borravina”, creadoras de tu primera bandera, y aquellos bailes a los que concurrían parejas con sillas en mano. El amor y cariño de todos los vecinos hacían de esas noches de luna una cita infaltable, solo por el encanto y placer de verte crecer.
¿Te acordás de aquella cancha de mosaicos que le sacábamos brillo jugando en siestas calurosas? Solo una vieja mora nos cobijaba del sol catamarqueño. ¿Y las camisetas? Las usaban desde los de Primera a los Infantiles, algunas ya lucían descoloridas por su uso, o aquellas teñidas que igualmente nunca lograban recuperar el clásico color "borravino”.
Cuántos recuerdos y anécdotas con aquellos que forjaron tu rica historia, dirigentes y grandes glorias del básquetbol catamarqueño, sería muy profundo dar una reseña completa.
Cómo no recordar al glorioso equipo femenino de basquet, al de bochas y atletismo, que también disfrutaron de tu cancha.
Fuiste siempre cuna de campeones y supiste hacer crecer en cada uno de quienes te disfrutamos ese sentimiento "borravino” que nunca olvidaremos.
Hoy todo cambió, en este día tan especial quiero agradecer a todos los que colaboraron en mi gestión para el engrandecimiento de nuestro club y de esta manera devolverle todo lo que nos dio desde nuestra infancia.
El alegre recuerdo en esta fecha se mezcla con la tristeza por la pérdida del amigo Raúl Manzur, quien se ganó el afecto y el cariño como jugador, técnico y directivo. No me puedo olvidar del amigo y vecino Juan Santiago Galarza, quien desinteresadamente, sin tener en cuenta día y hora, abría la puerta de su consultorio con una sonrisa para atender a algún jugador lesionado, también fue gestor transcendental de los adelantos edilicios de la institución.
En tus 80 años, querido club de mi barrio, Dios y la Virgen del Valle te sigan haciendo crecer y te ayuden a seguir siendo el espacio de recreación y contención para nuestra niñez y juventud".