Violento, con cinco expulsados y hasta piñas entre los jugadores. Ese fue el resultado de un superclásico muy caliente que terminó con victoria de River Plate, que le ganó 1-0 a Boca en el primer choque entre ambos en el 2016 y que se disputó en Mar del Plata.
El gol del equipo que dirige Marcelo Gallardo, que terminó con diez futbolistas por la roja del defensor Jonathan Maidana (37m. ST), lo anotó el volante Leonardo Pisculichi, de penal (18m. PT), quien ya en el banco también se fue expulsado (39m. ST).
El conjunto que conduce Rodolfo Arruabarrena terminó con ocho jugadores por las expulsiones de los laterales Jonathan Silva (10m. PT) y Gino Peruzzi (20m. ST) y del marcador central Daniel Díaz (33m. ST).
El próximo superclásico se llevará a cabo el sábado siguiente a las 22.10 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.
Los primeros 45 minutos mostraron la peor cara de Boca, sin fútbol, con mucha vehemencia de sus jugadores en su afán de imponer personalidad y un esquema de juego, al menos cuestionable, y definitivamente ineficaz; y una buena de River, con orden, criterio y efectividad, a cuestas de un rival que dio muchísimas ventajas en casi todas sus líneas.
En menos de 10 minutos, Boca le dejó servido el clásico a River, que con un 4-2-3-1 y sin hacer demasiado (o casi nada), se fue al vestuario 1-0 en el marcador.
Antes solo hubo una sola jugada de gol por lado: a los 30 Tevez tuvo el empate, pero demoró en la definición y Maidana salvó a su equipo; y a los 37 Agustín Orión evitó el 2-0 frente a un remate de Pisculichi; y además muchas patadas, tanto de un equipo como el otro, y un par de errores del árbitro Patricio Loustau, que debió expulsar a Daniel Osvaldo y a Andrés Cubas, por doble amonestación, y también sancionar un penal de Peruzzi sobre Lucas Alario.