La Fórmula 1 brindó un emotivo adiós en Niza al piloto francés Jules Bianchi, quien murió el viernes pasado, nueve meses después del grave accidente que lo dejó en coma en el GP de Japón.
El funeral se celebró en la Sainte Reparate Cathedral de Niza, sur de Francia, delante de la cual se colocaron dos retratos gigantes del ex piloto de Marussia y coronas de flores en una plaza cercana.
Los pilotos actuales de la Máxima dedicaron unos momentos de silencio al francés alrededor de su ataúd, sobre el que se dispuso el casco de Bianchi, en lo que fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.
Estaban allí el campeón mundial Lewis Hamilton y el tetracampeón alemán Sebastian Vettel, además de Nico Rosberg, Nico Hülkenberg, Romain Grosjean, Felipe Massa, Pastor Maldonado, Esteban Gutiérrez, Marcus Ericsson, Daniil Kvyat, Roberto Merhi y Daniel Ricciardo.
También estuvieron ex campeones como Alain Prost y Jenson Button y otros pilotos hoy ausentes de la F1 como Jean Alesi, Max Chilton, Jean-Eric Vergne, Olivier Panis, Romain Grosjean, Eric Bouiller y Adrian Sutil, además de compañeros de kart y amigos y todo el staff de la escudería Marussia.
Además de Jean Todt, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y su hijo Nicolás, Alex Wurz, presidente de la Asociación de Pilotos (GPDA), el team principal de Ferrari Maurizio Arrivabene y el secretario de Estado para el Deporte francés, Thierry Baillard.
El féretro fue conducido hasta la catedral entre aplausos y la música de Hotel California de The Eagles, en el interior, el sacerdote Sylvain Brisom, pidió que se repitieran los aplausos.
