Carlos Tevez se dio cuenta en cuanto terminó el partido frente a Rosario Central, en la final por la Copa Argentina. Algo andaba mal. Le dolía mucho, demasiado. Bastante más de lo que había pensado que le iba a doler cuando decidió salir a la cancha. Pero era una final y quería estar como sea. Incluso en una pierna. Por eso jugó. Y por eso hoy está afuera.
Este viernes se agravó el diagnóstico: pasó de esguince a distensión de ligamentos. Todavía no hubo parte oficial, aunque el hecho de que ni siquiera se haya presentado en Casa Amarilla lo confirma. Está cansado, fatigado, lesionado. Y la posibilidad de que se pierda la doble fecha de Eliminatorias más latente que nunca.
El lunes que viene lo van a revisar los médicos de la Selección en Ezeiza. Martino está al tanto de todo y a la espera de que le pasen el informe para tomar una determinación. Lo cierto es que sin Messi ni Agüero (lesionados) el panorama se complica. Mucho más si el rival es Brasil. Y ni hablar si tampoco está Tevez.
De esta manera se le complica cad vez más el panorama al técnico de la selección nacional con miras a los partidos con Brasil y Colombia.
Obligado a recuperar los puntos perdidos en el arranque de las eliminatorias, sin Messi, Agüero y Tevez, deberá pemsar en una ofensiva que solo contaría com Higuaín como nombre de peso.