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Segura explicó cómo se hizo la venta en el seno de la concentración argentina en Brasil: "Vendimos las entradas que conseguimos, no sé si 40, 80 o 100. Queríamos que lleguen a la venta a la gente de manera oficial".
"Queríamos resolverle el problema a la gente que había pagado por un viaje y no tenía entradas", agrego.
Consultado cómo llegaron a manos de los dirigentes y empleados de AFA, contó: "Eran entradas que nos pasó FIFA como sobrantes".
"Nosotros se las compramos a FIFA y se vendieron al precio que estaba registrado en la entrada", destacó, y aclaró: "No vendimos entradas de protocolo porque esas no se venden".
A su vez, Segura agregó: "Ahora me arrepiento de haberlo hecho, pero el error está cometido. Quisimos resolver el problema de la gente, pero ahora no volvería a hacerlo".
"No se cobró un peso de más, pero acepto que fue desprolijo", sentenció.