8 de diciembre de 2006 - 00:00
Quien hubiera imaginado que alguna vez nuestra tierra podría tener émulos de Roberto Kavanagh, de los hermanos Menditeguy, y más cercanos en el tiempo de las familias Harriot, Heguy o Cambiasso, cultores del mejor polo del mundo, porque efectivamente la Argentina cuenta con los jugadores más calificados del orbe y además dispone de los “petisos” más apropiados para la práctica de este deporte.