martes 26 de marzo de 2024
Conmovedor relato de Myriam Figueroa, la madre de Ezequiel Cengel

“Me mataron con él y tuve que volver a nacer con mis otros hijos”

Ayer finalizaron los testimonios. El viernes serán los alegatos. Testificó Ulises Tapia, un joven que estuvo imputado por el crimen.

Por Redacción El Ancasti
Me mataron con él y tuve que volver a nacer con mis otros hijos". La frase pertenece a Myriam Figueroa, la madre de Ezequiel Cengel, el joven asesinado el 21 de julio de 2012, quien declaró en el último día destinado a la ronda de testigos, ya que el viernes se conocerán los alegatos y posiblemente la sentencia.

En el quinto día de audiencias, el testimonio más conmovedor fue el de Figueroa, a quien le tocó relatar lo vivido desde que su hijo salió de su casa hasta enterarse de la lamentable noticia.

"Fueron hasta casa y me dijeron que a Ezequiel lo habían patoteado. Me fui a la comisaría Novena a preguntar y después con un amigo de él nos fuimos hasta el hospital. Pero ahí nos dijeron que no había ingresado ningún patoteado", expresó ante los jueces de la Cámara Penal N° 3. Figueroa explicó ante los jueces la sensación de angustia y confusión al no saber qué había ocurrido con su único hijo varón.

Finalmente, un conocido de la familia les dijo que habían encontrado un chico tirado en el barrio 120 viviendas sur.
"Era desesperante porque no sabía si era él. Estaba tapado con una colcha gris", comentó. "Hasta que distinguí una de las zapatillas que estaba a unos metros del cuerpo". Finalmente el novio de la hermana de Cengel fue el que identificó el cuerpo del joven.

En un tramo de su declaración Figueroa agradeció el gesto de Cintia Maldonado, la vecina que fue testigo privilegiada de toda la secuencia en la que ultimaron a Ezequiel. "Se arriesgó y lo abrigó. No le importó exponer a su familia y a sufrir amenazas y ataques. Fue la mamá que no le pudo sostener la mano esa noche a Ezequiel", definió.

Ante la pregunta de la abogada representante de la Acción Civil, María Soledad Pais, Figueroa contó el fuerte vínculo que la unía con su hijo, quien era de vital ayuda para la crianza de Gabriel, el menor de los hermanos y que padece de una parálisis cerebral. "Hacía de mamá. Lo cambiaba, le hacía la comida y lo hacía caminar. En todo me ayudaba".

Al ser preguntada por el impacto que significó su muerte, Myriam describió: "Me mataron con él y tuve que volver a nacer con mis otros hijos. La muerte de un hijo es terrible. Hay que vivir con esa carga".

Tras su desgarrador testimonio, se escucharon los vertidos por una hermana y una tía de Ezequiel, quienes remarcaron como colaboraba a su madre en la crianza de su hermano y en su aspecto solidario.
El viernes será el turno de los alegatos de las partes.

Otra causa
Nicolás Mansilla, el acusado de haber asestado los puntazos a Cengel, es también juzgado por un arrebato ocurrido en octubre del año pasado, cuando violó el arresto domiciliario.

Por ese hecho testificó la víctima, quien lo reconoció y dio detalles precisos. También compareció el comprador del celular, quien comentó que Mansilla se lo había vendido.

 

 Tapia: "Firmé  a la fuerza"

Ulises Tapia había integrado la lista de imputados por el asesinato de Cengel, hasta que a fines de 2014 fue sobreseído por pedido de los fiscales de la causa. Ayer compareció ante el Tribunal y dijo no recordar nada de lo que había declarado antes. Por tal motivo se le "refrescó" la memoria leyéndole su declaración previa en la que aseguraba que Mansilla tenía una punta con la que ultimó a la víctima y que los tres Calderón -Jonathan, Ariel y Franco- le pegaban. 

Sin embargo, Tapia dijo que no recordaba nada y que a esa declaración la firmó "presionado" por la policía.

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