lunes 25 de marzo de 2024
EDITORIAL

¿Por qué no visitas sorpresa?

Por Redacción El Ancasti
Dicen, quienes frecuentan los hospitales por razones de salud o urgencias propias o de familiares, que si el procedimiento efectuado hace unos días por la gobernadora de Santiago del Estero en un nosocomio de esa provincia, lo hiciera la gobernadora Lucía Corpacci en nuestros centros asistenciales, los resultados serían iguales o peores.

¿Qué pasó en la vecina provincia? Hace poco más de una semana, la gobernadora Claudia de Zamora visitó de manera sorpresiva el Hospital Oftalmológico "Dr. Enrique Demaría” de Santiago del Estero. El propósito era recorrer sus instalaciones y dialogar con profesionales y pacientes para evaluar el funcionamiento del centro de salud.

Pero lo que más le llamó la atención a la primera mandataria santiagueña fue la ausencia del director del hospital y de numerosos médicos que debían estar cumpliendo funciones en ese lugar.

"¿A qué hora trabajan? Yo tengo aquí un plantel de más de 20 médicos y ninguno está en el servicio”, preguntó. Consigna el diario El Liberal que ante la falta de respuestas precisas, la Gobernadora ordenó una profunda investigación y sumarios para todos los responsables del funcionamiento del hospital: director, médicos y administrativos.

Los pacientes en los hospitales catamarqueños deben ser más "pacientes” que nunca, pues se ven obligados en muchas oportunidades a esperar horas y horas para ser atendidos. En muchos casos por la gran demanda de los servicios de la salud pública y la escasez de personal, pero en otros, también hay que decirlo, por la ausencia injustificada de los médicos en horarios en los que deberían estar de guardia activa.

Basta recorrer los pasillos de hospitales y unidades asistenciales periféricas de la provincia o la Municipalidad para escuchar las quejas de los que esperan ser atendidos. No faltan las imputaciones respecto de que los profesionales se encuentran atendiendo consultorios particulares en sanatorios privados cuando deberían prestar servicios en el ámbito de la salud pública.

El negocio es redondo: cobran sueldo y guardias en el Estado y, muchas veces superponiendo horarios, facturan jugosos honorarios en la parte privada, plus médico incluido.
Lo preocupante es que esas ausencias son, de alguna manera, convalidadas por las autoridades que no implementan las inspecciones del personal correspondientes. Esta laxitud en los controles permite que las irregularidades se perpetúen para pesar de los pacientes.
Lo dicho vale también para otros profesionales y no profesionales que se desempeñan en el ámbito del Estado.
No sabemos si está en los planes de la gobernadora Lucía Corpacci la realización de visitas sorpresivas a reparticiones para constatar que el servicio que brindan los agentes públicos es el adecuado. 
Pero si no las hace por razones de agenda o porque no es parte de su estilo de gestión hacer este tipo de intervenciones, bien podrían hacerlas los ministros o los subsecretarios. Es muy probable que se encuentren con sorpresas desagradables que se podrían empezar a corregir, para beneplácito de los destinatarios de los servicios que presta el sector público, tan solo con un poco de perseverancia en los controles.
Seguí leyendo
LO QUE SE LEE AHORA
paracaidismo y sandwiches de miga

Te Puede Interesar