jueves 28 de marzo de 2024
CARA Y CRUZ

Valle Viejo no afloja

Por Redacción El Ancasti

Al desmadre administrativo que caracteriza a la Municipalidad de Valle Viejo, es sabido, contribuye con gran entusiasmo el Concejo Deliberante, cuya dinámica institucional, dado que en ella están representadas las fuerzas políticas del oficialismo y la oposición, funciona como contrapeso del Ejecutivo, al menos en el plano teórico. El cuerpo está sumido en conflictos permanentes a los que ninguno de sus conductores aciertas a dar fin. Dos presidentes admitieron la proliferación de “ñoquis”, figura señera del escalafón administrativo, sin que tal confesión indujera el interés a nadie a investigar la conducta fraudulenta y eventualmente sancionarla. Tampoco los ediles adversarios de estos presidentes boquiflojos se inquietaron por la irregularidad, una prescindencia que bien puede interpretarse como complicidad. Multimedios Ancasti informó sobre el nuevo episodio de la saga ayer: el Concejo Deliberante chacarero no cumplió con los términos de un acuerdo celebrado con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Dirección de Inspección Laboral evalúa imponerle una multa de entre 200 mil y 300 mil pesos. La sanción vendría a complicar aún más las finanzas del cuerpo, ya erosionadas hasta el borde de la demolición por sus sucesivos administradores.

En junio pasado, tras largos cabildeos, las autoridades del CD chacarero pactaron con el sindicato el pago de un incremento salarial de $2.100 y un adicional para un grupo de empleados. La mejora regía desde el mes siguiente, pero no se hizo efectiva hasta ahora. El jefe del departamento de Coordinación de la DIL, Miguel Ángel Rivarola, explicó: “Existe un compromiso formal efectuado por el Concejo Deliberante con los trabajadores para el pago de una suma determinada de dinero para acrecentar los ingresos. Ese acuerdo fue lisa y llanamente negado por las actuales autoridades del CD, que son las mismas que lo firmaron. Al haber un acuerdo firmado, que está homologado por esta Dirección, se genera un compromiso público que si no se cumple genera un perjuicio al derecho de los trabajadores”. La historia expone la irresponsabilidad de la conducción del Concejo chacarero, que se comprometió a unos desembolsos que no estaba en condiciones de cumplir. Un vulgar “bicicleteo” que ahora podría costarle caro y profundizar la crisis de financiamiento que lo asfixia desde hace años.


Pero sería injusto circunscribir a Valle Viejo los ejemplos de despropósitos administrativos y enjuagues dudosos. En la página 2 de la edición de hoy se da cuenta de otro capítulo de la novela municipal chumbichana que viene desplegándose con singular éxito desde hace semanas. El intendente Alfredo Hoffman suspendió a una decena de empleados que habían participado de una movilización. Ante esta medida, el secretario general del SOEM Capital, Walter Arévalo, en el marco de la estrategia que desarrolla para ampliar su influencia política, decidió pagar con fondos del sindicato capitalino los sueldos de los suspendidos. Dos de los sancionados acusan ahora a la secretaria general del SOEM de Chumbicha, Norma Cuestas, de quedarse con parte de la plata cedida por Arévalo, que al parecer al final no fue cedida, sino prestada: $105.000, de acuerdo con lo que el propio Arévalo les habría dicho a estos dos sujetos. Eran $9.500 para cada uno –estaba incluido el concejal Juan José Ponce- pero Cuestas solo les habría pagado $7.000. Cuestas no dijo nada sobre esta presunta diferencia, pero admitió que no les pagó a los dos quejosos porque nunca habían participado de protesta alguna.

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