lunes 25 de marzo de 2024
|| CARA Y CRUZ ||

El sonsonete del cambio

Por Redacción El Ancasti
Son por lo menos poco ortodoxos los criterios de cambio que maneja el PRO, al menos en Catamarca. Los comandos más visibles parecen suponer que para cambiar basta y sobra con las declamaciones, y que las modificaciones en las conductas son innecesarias. Ya habían aparecido indicios de esta concepción cuando autoridades de la fuerza en el interior se fotografiaron repartiendo elementos para asistencialismo provistos por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. La superioridad macrista salió rápidamente a hacer aclaraciones y prometió investigaciones cuyos resultados nunca se conocieron. Ahora la opinión pública se entera que el jefe de la Regional de la ANSES, Fernando Corrales Ávila, cobró un subsidio de $25 mil de la Municipalidad de la Capital. Formalidades al margen, Corrales Ávila es el jefe político del PRO Catamarca, por lo que se lo conoce como "el Virrey”. Explicó que la plata se utilizó para pagar un viaje de representantes de centros de jubilados a Termas de Río Hondo, localidad santiagueña en la que unos 20 catamarqueños habrían participado de unas jornadas de capacitación. Así habrá sido, pero resulta llamativo que el subsidio se librara a nombre del Virrey, sin aclaraciones acerca de su destino ni menciones a los centros de jubilados beneficiados. Esto, por no hablar de que la ANSES precise de subsidios. 





Sumando curiosidades, el Virrey Corrales, que tampoco se refirió a centros de jubilados específicos, explicó que estas jornadas de capacitación se realizan en el marco de un convenio con el Banco de Santiago del Estero, de modo que la entidad también se vería beneficiada indirectamente con el subsidio. Este Corrales Ávila es incansable: conduce la ANSES, coordina el PRO catamarqueño para que no reviente por las riñas de las distintas tribus que lo integran y por si fuera poco hace de "intermediario” para repartir subsidios de la Municipalidad de San Fernando del Valle, que vaya a saberse qué tendrá que ver con la ANSES. Acaso la acumulación de tareas sea algo excesiva. Debería delegar alguito, porque sus múltiples ocupaciones no le permitieron impedir la intervención del PRO Catamarca en vísperas de las elecciones internas para renovar autoridades. Otro rastro del cambio restringido al discurso: la intervención fue solicitada por la propia conducción del PRO local, que debía garantizar la transparencia de los comicios, por la posibilidad de que se perpetrara un fraude.





Remacha el clavo el desplazamiento de Agustina Walther como coordinadora de Asuntos Municipales del NOA, área del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas que administra Rogelio Frigerio. Walther no quiso hacer aspavientos, pero los rumores de que se iba corrían desde hace un par de meses. El relevo sería consecuencia de internas del PRO lugareño que también desmienten el sonsonete del cambio, pues están menos motivadas por diferencias en torno a los modos de consolidar y ampliar la base del partido a nivel local que por los afanes de hacerse de espacios de tránsito de fondos suculentos, como podría ser este caso. Más allá de las especulaciones, lo que queda claro es que el PRO Catamarca no se oxigena en Catamarca, al punto de precisar subsidios municipales y enredarse en trifulcas intestinas por el manejo de fondos públicos aun a costa de un papelón como fue que lo intervinieran porque no podía ni siquiera garantizar las condiciones para una interna de menos de 2.000 afiliados. Demasiadas similitudes con la dirigencia política tradicional como para seguir creyendo que el cambio es algo más que relato.
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